Imagen cortesía del doctor Jesús Martínez

Desde una perspectiva anatómica es posible un mejor abordaje quirúrgico de los nervios craneales, consideró el doctor Jesús Martínez Anda, investigador del Departamento de Anfiteatro de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Señaló que pocas veces se enseña al estudiante de pregrado el aspecto anatómico del recorrido de esos nervios; no obstante, manifestó que un médico general debe saber explorar al paciente y conocer cómo se localizan anatómicamente para determinar qué estudio requiere: “Una vez identificada la patología, tal vez no sabrá su nombre, pero al menos conocerá el sitio anatómico donde está el daño y con qué especialista referirlo”.

Resaltó que hablar de milímetros en el sistema nervioso central, es hablar de kilómetros en cuestiones quirúrgicas y clínicas: “Una localización diferente, hablando en cuestión de milímetros, nos puede dar un abordaje clínico y quirúrgico completamente distinto”, aseguró durante la sesión de la Sociedad Mexicana de Anatomía.

Expuso que cuando se estudian los nervios craneales de forma anatómica, se hace desde una vista dorsal de la base del cráneo y desde una vista ventral, las cuales son completamente diferentes. Respecto al manejo quirúrgico, se abordan desde la cirugía microscópica y la endoscopia, las cuales se utilizan de acuerdo con la experiencia del cirujano y la localización de la lesión.

Lesiones y características anatómicas

El también profesor del Departamento de Anatomía señaló que el primer nervio craneal es una extensión del sistema nervioso central, inicia su trayecto en la mucosa olfatoria y llega hasta el bulbo olfatorio. “En él podemos encontrar carcinomas de la base craneal anterior relacionados con el uso del tabaco, los cuales son cada vez más frecuentes”.

El segundo no es un nervio como tal, desde el punto de vista anatómico se describe desde su origen aparente, en el quiasma óptico hasta el sitio en el cual penetra hacia la cavidad orbital a través del agujero óptico. “Las lesiones que más afectan a este nervio son tumores que se originan en la región selar y los aneurismas”.

El grupo de los nervios oculomotores tiene como función el movimiento ocular conjugado que permite ver en tercera dimensión, y cuando se pierde aunque sea de forma mínima esa capacidad esteroscópica, el paciente se queja de visión doble, síntoma de que tiene una lesión en uno de esos nervios.

El nervio trigémino es el más grueso y puede presentar un tipo de cefalea frecuente llamada neuralgia del trigémino, donde el paciente refiere un dolor de tipo shock eléctrico en la cara. “Son dolores muy intensos que le quitan mucha calidad de vida y solamente la mitad de quienes lo padecen responden al medicamento”.

Los nervios facial y vestibulococlear guardan relación desde el punto de vista anatómico, tanto en su origen y en su trayecto, como en el sitio del cual salen del cráneo. “Tienen una relación anatómica muy estrecha en este espacio, por lo que la patología que afecta a uno desde el punto de vista quirúrgico generalmente perjudica a otro en mayor o menor medida”.

Finalmente, los nervios craneales bajos, que abarcan del noveno al doceavo, frecuentemente se abordan en conjunto porque la lesión que tenga alguno habitualmente afecta a todos. “En estos nervios siempre se tiene que buscar un trastorno de la deglución, que es lo que más perjudica al enfermo”, advirtió el neurocirujano.