Imagen tomada de:https://goo.gl/K9BEbo

Para prevenir las infecciones asociadas a la atención a la salud, la educación y la disciplina de los estudiantes de Medicina es fundamental, pues lavarse las manos correctamente, usar cubrebocas y desinfectar los instrumentos que utilizan, son acciones que pueden hacer la diferencia.

De acuerdo con el doctor Roberto Cabrera Contreras, Profesor Titular del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, erradicar la probabilidad de las infecciones intrahospitalarias es imposible, porque los gérmenes y bacterias habitan en cualquier lugar, pero también depende del médico no convertirse en vehículo de ellas.

“Las bacterias han adquirido resistencia y encuentran en los hospitales las condiciones favorables para vivir. Que el paciente se vea afectado es fácil, debido a que llegan con las defensas bajas, y algunos de los riesgos de contaminación son las superficies que no estén desinfectadas, el aire que no está filtrado y el contacto con el personal de salud, los médicos y las enfermeras”, indicó.

Para dividir las bacterias por las que se adquieren estas infecciones en unidades médicas, se encuentran dos grandes grupos, las Gram positivas y las Gram negativas; de ellas las más frecuentes son Staphylococcus aureus, Staphylococcus epidermidis, Clostridium difficile y Acinetobacter baumannii.

Y aunque todas habitan en nuestro organismo, se convierten en un problema de salud cuando adquieren resistencia a los antibióticos, lo que empeora el estado de salud de los pacientes y los obliga a postergar su estancia dentro del hospital.

Es una situación más compleja, porque a “las instituciones de salud pública les genera un mayor costo económico y de recursos humanos al retener a los enfermos”.

El especialista acotó que, si bien las instituciones tienen la estructura y los comités para que monitoreen estas infecciones, antes denominadas nosocomiales, con el paso del tiempo las bacterias evolucionan, lo que hace que sea difícil controlarlas.

“Se calcula que para 2050 morirán alrededor de 10 millones de personas por gérmenes resistentes a los antibióticos, y eso rebasará por mucho lo que hoy ocurre con las enfermedades crónico-degenerativas, que no son transmisibles”, explicó.

Prescribir antibióticos causa de evolución

La prescripción de antibióticos sin hacer los estudios pertinentes es la causa por la cual los parásitos, las bacterias, los virus y los hongos han evolucionado y no ceden ante los medicamentos, fenómeno que ocurre a nivel global, a decir del doctor Cabrera Contreras. El uso de los antibióticos en la ganadería es otro factor importante en el incremento de la resistencia antimicrobiana.

“En la actualidad se usan antibióticos para un catarro común o para una diarrea que no es infecciosa, eso trae como consecuencia que los gérmenes adquieran multirresistencia. Hay muchos casos que no los requieren, y por eso ya existe una ley que los controla. Países como Suecia y Dinamarca tienen una prevalencia muy baja de estos gérmenes dentro de los hospitales (2 por ciento). Eso se debe a que tienen medidas adecuadas para controlar su uso indiscriminado”, manifestó.