El 15 de febrero se conmemora el Día Internacional del Cáncer Infantil con el propósito de crear conciencia en la sociedad de esta enfermedad para reducir el número de muertes a través de la detección temprana y el tratamiento oportuno.
En nuestro país esta efeméride fue impulsada por la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer; pero la iniciativa surge de la Organización Internacional del Cáncer Infantil, una red integrada por 177 asociaciones de padres de niños con la enfermedad de 90 países.

El cáncer en los adolescentes representa un problema serio de salud pública, ya que enfrenta dos grandes retos en la actualidad: la detección oportuna para combatirlo y asegurar que los pacientes no abandonen el tratamiento.
La dificultad radica en que el adolescente se enfrenta a diferentes cambios que tiene que aceptar, y a eso se suma la enfermedad, que de primera instancia significa la pérdida de cabello y, en casos más extremos, una amputación, lo cual lo lleva a no sentirse igual que los demás.

Por esos motivos, la doctora Farina Esther Arreguín González, Profesora Titular del Curso de la Subespecialidad de Oncología Pediátrica en la UNAM, explicó que existe hasta un 50 por ciento de desertores del tratamiento, que de inmediato se traducen en mayor número de muertes por la enfermedad.

“Los adolescentes son una población difícil, porque son tierra de nadie; no se encuentran a gusto con el pediatra, porque ya no se consideran niños, pero tampoco están bien con los adultos, y muchas veces no se sienten identificados porque no hay un espacio digno para su tratamiento y sus necesidades”, explicó la especialista.
El cáncer que más ataca a esta población es la leucemia, seguida por los linfomas y los tumores en el sistema nervioso central; por lo que lo esencial es observar el comportamiento de los pequeños: “Los síntomas más comunes es la palidez en el rostro, no juegan o se cansan muy rápido, e incluso hay quienes sangran por la nariz o presentan puntos rojos en el cuerpo”.
En lo que respecta a las estadísticas en nuestro país, en adolescentes la tasa de mortalidad es de 8.5 decesos por cada 100 mil. Además, cada año, hay 5 mil nuevos casos de cáncer en niños y en adolescentes, de los cuales aproximadamente 2 mil fallecen. Es la primera causa de muerte por enfermedad y la segunda en personas de entre 4 y 12 años si se toman en cuenta todas las causas.

De acuerdo con la doctora Arreguín González, el panorama es diferente en cada país, pues en Estados Unidos de América se estima una sobrevida del 80 por ciento para los próximos cinco años, mientras que en México es sólo del 50 por ciento.
“Para que exista un menor porcentaje de muertes, es importante que en la Facultad de Medicina se impartan cursos de detección temprana, para que los médicos de primer contacto sospechen de la enfermedad y envíen a los pacientes a centros acreditados”, mencionó la también jefa del servicio de Oncología Pediátrica en el Centro Médico Nacional “20 de Noviembre”.

Samuel Aguirre