Fotografías cortesía de la doctora Francisca Hernández

En las últimas dos décadas, la frecuencia de las infecciones fúngicas invasivas (IFIs) ha aumentado en América Latina y en el resto del mundo; al mismo tiempo se ha incrementado el número de pacientes en riesgo. Por ello, el simposio “Avances en el diagnóstico de la candidosis y otras micosis invasivas”, organizado por el Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la UNAM, reunió a 33 especialistas nacionales y extranjeros del campo de la Micología Médica, quienes intercambiaron conocimientos con miras a un diagnóstico más rápido y específico, y como consecuencia una mejor atención a los pacientes afectados.

“La mayor presencia de las micosis endémicas quizás esté relacionado con cambios poblacionales, pues nos hemos vuelto más viejos, tenemos cada vez más receptores de trasplantes, más pacientes que reciben tratamientos contra el cáncer, mayor número de inmunosupresores más potentes, y esto hace que estas micosis, que inicialmente se consideraban como colonizantes y que ahora sabemos son oportunistas, pueden estar asociadas con mayor frecuencia a la migración”, indicó el doctor Luis Alfredo Ponce de León Garduño, jefe del Laboratorio de Microbiología Clínica del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”.

La doctora Francisca Hernández Hernández, académica y coordinadora del evento, explicó que las IFIs son micosis que se presentan en pacientes graves y se asocian a altos índices de morbilidad y mortalidad; se clasifican en probadas (detección del hongo en tejido o en cultivo a partir del sitio afectado considerado estéril); probables (la suma de al menos un criterio relativo al huésped, un criterio micológico y uno clínico); y posibles (cuando existe un factor del huésped, más un criterio microbiológico o un criterio mayor o dos menores clínicos relacionados con el sitio de infección).

Indicó que la candidosis invasiva es la micosis que más se presenta en el mundo; de acuerdo con una estimación global publicada en 2017, se tiene un registro de 750 mil casos. Los factores de riesgo para desarrollarla son los neutrófilos muy bajos, el tratamiento para cáncer, el uso de esteroides y de antibióticos de amplio espectro por tiempo prolongado, hemodiálisis, insuficiencia renal, alimentación por sonda, ventilación mecánica y tiempo prolongado de hospitalización, entre otros.

“A nivel mundial, la levadura Candida causa el 17 por ciento de las infecciones en las unidades de cuidado intensivo, es responsable del 10 al 40 por ciento de los casos de infección generalizada y tiene una alta mortalidad, entre el 60 y el 80 por ciento. Además, se reportan entre uno y 10 casos por cada mil admisiones a un hospital”, refirió.

En el caso de la aspergilosis, añadió, los factores de riesgo son la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la fibrosis quística, la construcción o renovación de áreas hospitalarias y contaminación de sistemas de aire; mientras que en la criptococosis, lo es el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y el suelo con heces de pájaros.

En tanto, la histoplasmosis, que se puede desarrollar en cualquier condición de inmunocompromiso, es la micosis diseminada más prevalente en América Central y México. “El VIH, al ser específicamente el tipo de inmunodeficiencia que se requiere para que este tipo de infecciones florezcan, ha hecho que sea probablemente, en la actualidad, junto con la tuberculosis, la infección definitoria del síndrome de la inmunodeficiencia adquirida más frecuente en América”, precisó el doctor Ponce de León Garduño.
En cuanto a la criptococosis, mencionó que es la cuarta causa de infección por hongos en pacientes con VIH y la segunda causa de muerte por una infección fúngica en América Latina.

Finalmente, el doctor Jorge Tovar-Torres, profesor-investigador de la Royal Holloway University de Londres y colaborador del grupo de la UNAM, presentó casuísticas sobre el problema de la candidosis invasiva y otras infecciones de ese tipo en el Reino Unido. Resaltó la necesidad de trabajar en colaboración con los investigadores de países como México para superar los retos que enfrentan los micólogos en la práctica clínica diaria.

Lili Wences