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En México existen 1.5 millones de personas con glaucoma y la mitad de ellas no lo sabe

El glaucoma es una enfermedad ocular que se caracteriza por la pérdida de visión como consecuencia de un daño en el nervio óptico. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, a nivel internacional, existen 60 millones de personas que la padecen y se prevé que para el año 2020 esta cifra llegue a 80 millones.

Actualmente, 4.5 millones de personas en el mundo son ciegas por causa del glaucoma, razón por la que cada 12 de marzo, Día Mundial del Glaucoma, la OMS hace un llamado a todos los profesionales de la salud a concientizar sobre la importancia de la detección con miras a un tratamiento oportuno y personalizado.

En este sentido, el doctor Fernando Castillo Nájera, académico de los departamentos de Salud Pública y Cirugía de la Facultad de Medicina de la UNAM, explicó que el glaucoma en sus fases iniciales no presenta ningún síntoma. “No va a haber dolor ni alguna alteración que nos indiquen que esa persona tiene una enfermedad visual”, apuntó.

Conforme va avanzando la degeneración del nervio óptico (que lleva información desde la retina hasta la estructura cerebral), el paciente presenta disminución de la visión, sobre todo en la parte lateral, “como si viera a través de un tubo o de un túnel”, detalló el especialista en Oftalmología.

“Cuando hablamos de un daño visual, indica que el paciente ha cruzado años, tal vez décadas con este problema. De ahí la importancia del diagnóstico oportuno. La atrofia del nervio óptico es irreversible y, si no se trata, lleva a la ceguera”, destacó.

El glaucoma se presenta y va en aumento a partir de la cuarta década. Estudios muestran que un paciente de 80 años tiene el 15 por ciento de probabilidad de padecerlo, porque es una enfermedad multifactorial que está asociada con enfermedades crónico-degenerativas, diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial sistémica y síndrome metabólico, entre otras.

Es diagnosticado en una revisión de rutina que debe ser programada, por lo menos, una vez al año en mayores de 40 años, especialmente quienes tienen algún familiar con la enfermedad.

“El ojo tiene una presión intraocular propia que se mide en milímetros de mercurio, de manera general, lo óptimo es que esté por debajo de 20 milímetros de mercurio, pero esto lo determina el oftalmólogo. Él tiene todas las herramientas para integrar un diagnóstico de glaucoma primario de ángulo abierto que es el más común”, aseguró el doctor Castillo Nájera.

Una vez que se hace el diagnóstico, los pacientes requieren de un tratamiento individualizado que puede ser farmacológico, quirúrgico o una combinación de ambos. “En el farmacológico se busca inhibir la producción del humor acuoso, que es la sustancia que se encarga de dar la presión intraocular. Mientras que en las cirugías, como la trabeculectomía, hacemos un drenaje anexo secundario para drenar el humor acuoso. También contamos con sistemas de drenaje que se conocen como ‘válvulas’, y en algunos casos, se utiliza la cirugía láser con la misma finalidad”, señaló.

Recomendaciones:
• Realizar revisiones médicas periódicas en casos de miopía alta, y anualmente a partir de los 40 años.
• Obtener el diagnóstico inicial de forma oportuna para frenar su progresión.
• Nunca automedicarse. Existen fármacos que pueden provocar glaucoma.

Mariana Montiel