La intoxicación por plomo, también llamada saturnismo, porque antes se le denominaba Saturno a este elemento químico, ha sido clasificada por la Organización Mundial de la Salud como una enfermedad laboral, ya que les sucede a algunos trabajadores que están en contacto con la sustancia.

El uso excesivo de pigmentos altos en plomo pudo haber sido la causa de que el artista español Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828) padeciera esta enfermedad que lo llevó a la sordera en 1790, momento a partir del cual comienza a retratar “lo grotesco” del mundo y a hacer una férrea crítica social.

Durante la conferencia inaugural de la exposición “Los caprichos de Goya”, Pilar Sedano, ex jefa del Departamento de Conservación del Museo Nacional del Prado y del Museo Nacional Reina Sofía, en Madrid, España, recordó la obra Saturno devorando a su hijo, en donde, entre las diversas interpretaciones que ha tenido, se pone de manifiesto la vivencia del artista con la enfermedad.

Saturno devorando a su hijo es parte de las llamadas Pinturas Negras que el pintor hizo sobre los muros de su casa, conocida como Quinta del Sordo, donde Goya pasó sus últimos días. Desde 1876 estas obras se exhiben en el Museo Nacional del Prado.

Entre las duras imágenes trazadas por el español, se encuentran una serie de 80 grabados que se conocen como “Los caprichos”, que hacen una sátira a la sociedad de fines del siglo XVIII. De acuerdo con la especialista, éstos pueden clasificarse en los que hacen una crítica a las relaciones amorosas, los que hablan del escepticismo y la sátira, y los que reflejan “delirios con seres”. Entre los temas más recurrentes de estas “estampas de asuntos caprichosos” están la ignorancia, la avaricia y la desigualdad.

Los grabados en las técnicas de aguafuerte y aguatinta duraron tan sólo 14 días a la venta, a partir de su anuncio en el Diario de Madrid, el 6 de febrero de 1799, porque el pintor tenía miedo de ser señalado por el Tribunal de la Santa Inquisición Española, explicó la también curadora de la muestra.

La colección de grabados fue presentada en el Palacio de la Escuela de Medicina gracias al apoyo de la UNAM y de la Fundación Dancing for the Millenium Goals (DMG Fundation), que tiene como objetivo “promover la cultura utilizando las artes como lenguaje universal para poder comunicar los objetivos de desarrollo sustentable de las Naciones Unidas”. Este 2018, DMG Fundation se está concentrando en la salud y la educación.

La colección de estampas estará expuesta en la Pinacoteca Virreinal del Palacio de la Escuela de Medicina hasta el próximo 15 de mayo.

Mariana Montiel