El representativo de Pumas de la UNAM en la Liga MX Femenil tiene en su público su mayor motivación y sus integrantes reconocen que representar a la máxima casa de estudios es un honor, pero sobre todo una responsabilidad que las empuja a seguir y dar lo mejor de ellas en cada partido.

“Desde el momento en que llegas, te pones los tacos y el uniforme, sales al campo y se da una conexión inmediata entre la afición y tú, sientes una gran emoción y eso es de un gran valor, porque te anima a dar más y es el alimento para las jugadoras, porque gracias a las personas que nos apoyan, está creciendo el fútbol femenil”, afirma Ana Karen López, defensa central de 22 años de edad.

La también pasante en Enfermería, asegura que su formación académica y ser seleccionada de la Universidad Nacional durante cuatro años (con la que fue campeona en 2016) le tatuó los colores azul y oro. Por lo que muestra su satisfacción por tener la oportunidad de representarla ahora a nivel profesional y demostrar que las mujeres tienen el nivel y el carácter para jugar al fútbol en esa categoría.

El sueño de Ana Karen es llegar a la Selección Nacional, mientras tanto, se prepara para la siguiente temporada de la Liga y realiza su Servicio Social en la Dirección General de Atención a la Salud de la UNAM. “Si amas el fútbol y la carrera que elegiste, puedes dar el 100 en las dos; si te organizas y te enfocas en lo que realmente quieres, lo puedes lograr”, señala.

Por su parte, Melanie Villeda, quien juega de enganche, tiene 20 años y es mamá de una pequeña de dos. Practica el fútbol desde que tenía seis años y recuerda que cuando comenzó la Liga MX no dudó en ir a las visorias (pruebas), donde la entrenadora Ileana Dávila le dio la oportunidad.

Actualmente su tiempo lo divide en atender a su hija Alison, estudiar la preparatoria en línea y en entrenar para salir a la cancha lo mejor preparada, porque “es una gran responsabilidad portar esta playera y no cualquiera puede representarla. Cada que salgo a la cancha siento una gran emoción, orgullo y felicidad”.

A las nuevas generaciones les aconseja que, si realmente quieren practicar este deporte como profesionales, se pongan una meta y se dediquen a ella hasta alcanzarla. “Esta carrera requiere de sacrificio y mucha entrega. La vida de los futbolistas es corta y hay que disfrutarla al máximo”, expresa Melanie, quien también quiere ser parte de la Selección Nacional (como actualmente lo son sus compañeras Ricla Rajunov, Lucía Rodríguez y Fernanda Rosales -esta última en la Sub 17-) y jugar en Europa.

Lili Wences