“Maestro no solamente significa el que se dedica a la enseñanza, sino el que alcanza la excelencia, transmite eficientemente sus conocimientos y experiencia a sus alumnos, siembra en ellos el interés por su asignatura y los motiva a una superación continua. Ése era el caso de la doctora María Cristina Márquez Orozco, que dedicó su vida a la enseñanza de la Embriología”, manifestó el doctor Humberto Matiz Moreno, médico adscrito a la Unidad de Investigación Fundación Conde de Valenciana de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.

En el homenaje luctuoso de quien fuera investigadora y académica de la FM por 55 años, la doctora Irene Durante Montiel, secretaria General de la FM, expresó que la doctora Márquez Orozco “era una persona perseverante como no hay otra, entregaba su pasión a la enseñanza, ése era su deleite y lo compartía con todo el mundo”.

Por su parte, la doctora María Guadalupe Sánchez Bringas, jefa del Departamento de Embriología, destacó que “fue una verdadera innovadora en la enseñanza de esta asignatura, dando forma a los procesos morfológicos mediante el modelaje de estructuras con plastilina y súper masa; siempre buscando herramientas que facilitaran el aprendizaje de sus estudiantes”.

En el homenaje también estuvieron presentes el doctor Adrián García Cruz, coordinador de Evaluación del Departamento de Embriología, quien relató cómo, gracias a su apoyo y orientación, inició una carrera científica, y la bióloga Graciela de la Fuente Juárez, quien la recordó como “una persona que caminó su vida con sencillez, al lado de los alumnos y colaboradores.

“Siempre fue creativa para facilitar el conocimiento. Estará en la memoria de aquellos que vimos sus clases el modelamiento de la súper masa. Quienes lo hayan visto, no requieren más explicación, pero aquellos que no tuvieron esa valiosa oportunidad les diré que los más aproximado son las impresoras en 3D que, aun así, no se comparan a un corazón modelado con sus propias manos”.

La doctora Márquez Orozco nació en 1943, en la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas. En 1960, mientras cursaba la preparatoria, ingresó al laboratorio que dirigía la doctora Amelia Sámano Bishop, Profesora Emérita de la UNAM y fundadora del Departamento de Embriología de la FM.

Estudió la licenciatura, la maestría y el doctorado en Biología, en la Facultad de Ciencias de la UNAM.

En 1962, recibió el nombramiento de Laboratorista Administrativa; en 1965 inició su trayectoria docente, impartiendo las asignaturas Embriología Humana (antes llamada Biología del Desarrollo) y Embriología y Genética. En 1976 recibió el nombramiento de Profesora de Carrera Titular “A” de Tiempo Completo.

En 2006 obtuvo la Cátedra Especial “Doctor Aquilino Villanueva”, así como la Medalla y Diploma al Mérito Académico 2011, que otorga la AAPAUNAM, y en 2012, la Medalla AMUSEM, que otorga la Asociación Mexicana de Ultrasonido.

Impartió más de 80 cursos en licenciatura y de 120 en posgrado. Participó en más de 240 congresos, elaboró más de 50 fascículos del libro Biología del Desarrollo, en cinco ediciones, y 22 fascículos de esa publicación en línea, y capítulos de libros de impacto nacional e internacional. Asimismo, dirigió más de 40 tesis de licenciatura, y casi 40 de posgrado.

Fue responsable de tres líneas de investigación, relacionadas con la Teratología y la Toxicología, de las cuáles se derivó un área de oportunidad para que los estudiantes de nivel medio superior se acercaran a la investigación biomédica a través del Programa Jóvenes a la Investigación.