«La Tierra es insultada y ofrece sus flores como respuesta». Rabindranath Tagore.

Para revalorizar la interconexión entre el ser humano, otras especies y el planeta, en 2009, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas designó el 22 de abril como Día Internacional de la Madre Tierra.

Este año, la celebración busca crear conciencia sobre el uso desmedido de los plásticos, materiales elaborados a partir de combustibles fósiles que anualmente se convierten en 13 millones de toneladas de basura en los mares, de acuerdo con datos de la Organización de Naciones Unidas.

Los aditivos de los plásticos, como el cloruro de vinilo, el estireno y los bisfenoles repercuten en la salud humana. El bisfenol A o BPA, sustancia estrogenomimética, es decir, que actúa similar a un estrógeno, desequilibra los niveles hormonales; desgasta el esmalte dental a edades tempranas; propicia ansiedad durante la gestación, la lactancia y los primeros años de vida, debido a que produce cambios en la expresión genética de la amígdala cerebral; favorece la obesidad, además de que se relaciona con el estrechamiento de las arterias.

El BPA es el responsable de la mayor actividad estrogénica en el medio ambiente, lo que explica que en los últimos años existan más peces hembras que machos.

Valeria Cuatecatl