“En el expediente clínico se puede desvelar y revelar cómo se dio la relación entre el médico y el paciente, pero también es la prueba jurídica por excelencia para la defensa del médico y los actores que prestan servicios de salud, en caso de que se les impute una responsabilidad; además, es la mejor manera de que el paciente sepa qué pasa con su salud, de qué manera se le ha tratado y cómo se le está diagnosticando”, afirmó la doctora Zoraida García Castillo, coordinadora de la Licenciatura en Ciencia Forense de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.

Durante la presentación del libro Regulación jurídica del expediente clínico electrónico, de la doctora Mariana Mureddu Gilabert, indicó que en la mayoría de las quejas ante la Comisión Nacional de Arbitraje Médico se suscitan fallas en la conformación del expediente clínico. Por ello, destacó que la publicación es alentadora, ya que ese instrumento puede ser de gran utilidad, pues si su información se integra en bases de datos y se tiene un buen manejo de la misma, se pueden obtener indicadores de calidad sobre los servicios de salud para la toma de políticas públicas.

Al comentar el libro, resultado de la tesis de doctorado de la autora, el doctor José Halabe Cherem, jefe de la División de Estudios de Posgrado de la FM, mencionó que demuestra la importancia y la necesidad de implementar de manera generalizada el expediente clínico en México, por lo que es un texto que debe leerse tanto en el pregrado como en el posgrado.

Recordó que la Norma Oficial Mexicana 004-SSA3-2012 es la que regula el expediente clínico y resaltó que la autora concluye que éste, en su versión electrónica, tiene grandes ventajas, pues es más flexible y adaptable; tiene mayor capacidad de almacenamiento y mejor legibilidad; cuenta con mayor permanencia; es más fácil de transferir; conjuga disponibilidad, integridad y confidencialidad, y permite a los hospitales ahorrar tiempo para que el médico tome decisiones sobre la atención del paciente.

En su oportunidad, el doctor José Meljem Moctezuma, subsecretario de Integración y Desarrollo del Sector Salud de la Secretaría de Salud, aseguró que es un libro de referencia tanto para médicos como para abogados. Opinó que un tema que se debe analizar es el relacionado con el tipo de padecimiento que tiene el paciente, específicamente los casos de salud mental, en los que, dependiendo del tipo de diagnóstico, la información contenida en el expediente pudiera ser sujeta de reserva, ya que su contenido podría tener impacto en el paciente.

Asimismo, comentó que la publicación ofrece un panorama completo, analítico, crítico y propositivo sobre el marco jurídico que lo regula. “Se trata de un documento que introduce, ilustra, enseña y conduce a expertos y conocedores de forma ordenada y lógica en el conocimiento y desarrollo de un tema muy importante, pero no agotado, en donde a quienes tengan la responsabilidad de regularlo les representará de gran utilidad, ya que invita a la reflexión y específicamente traza una guía para avanzar en el tema”.

Finalmente, la doctora Mureddu Gilabert, quien es magistrada del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, resaltó que lo más importante de su obra es sensibilizar a los estudiantes sobre la relación médico-paciente, donde el expediente clínico es la prueba primordial de la actuación del médico.

Consideró que tanto los médicos que integran el expediente clínico, como los pacientes y terceros (como familiares) deben tener derecho a su consulta.

Lili Wences