“No vacunar es dejar una puerta abierta para que la enfermedad ataque a la comunidad”, indicó el doctor Mauricio Rodríguez Álvarez, profesor del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la UNAM, tras destacar la importancia de la vacunación para evitar la propagación de epidemias.

El experto señaló que hay quienes, por decisión propia, evitan el procedimiento sin considerar sus repercusiones. “Un niño con sarampión puede contagiar a 16 más”, añadió.

México cuenta con muy buena cobertura de vacunación; nueve de cada 10 vacunas se aplican en instituciones públicas, como el Seguro Popular, el Instituto Mexicano del Seguro Social, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, los servicios médicos de Petróleos Mexicanos y de las fuerzas armadas; no obstante, existen diversos factores por los que los padres de familia deciden no vacunar a sus hijos.

“En la mayoría de los casos se trata de personas con altos niveles socioeconómico y educativo, quienes cuentan con la capacidad para recibir atención médica privada y se olvidan de que sus hijos pueden contagiar a otros pequeños”.

Un sinfín de información imprecisa y la idea de que las vacunas son dañinas han incrementado la tendencia a evitarla su uso, por ello el doctor Rodríguez Álvarez concluyó: “Es difícil pensar que alguien ponga en duda sus resultados; gracias a su aplicaciòn, en México se erradicó la viruela y se ha controlado el sarampión y la polio. Debemos confiar en su seguridad y beneficios para la sociedad”.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, las vacunas son preparaciones que generan inmunidad contra una enfermedad mediante la producción de anticuerpos.

Valeria Cuatecatl