“Lo que no se mide no se puede mejorar”

William Thompson Kelvin

“Hablar de la evaluación por competencias es pertinente y relevante porque el Plan de Estudios de la Licenciatura de Médico Cirujano está fundamentado en ellas”, expresó la doctora Liz Hamui Sutton, titular de la Secretaría de Educación Médica (SEM) de la Facultad de Medicina (FM), al explicar que uno de los propósitos importantes del modelo pedagógico por competencias es la posibilidad de dar cuenta de los resultados de aprendizaje de manera válida y confiable.

Durante la inauguración del congreso “Evaluación por competencias en la educación superior: Modelos, procesos y usos”, el doctor Germán Fajardo Dolci, director de la FM, celebró que se dedique “tiempo, capacidad y experiencia en hablar sobre la evaluación, puesto que siempre nos estamos preguntando si lo estamos haciendo correctamente”.

En la ceremonia también estuvieron presentes las doctoras Irene Durante Montiel, secretaria General de la FM, Rosalinda Guevara Guzmán, jefa de la División de Investigación, y Margarita Cabrera Bravo, coordinadora de Ciencias Básicas, así como el doctor José Halabe Cherem, jefe de la División de Estudios de Posgrado.

Congruencia entre planes de estudio y evaluación

En su ponencia, la doctora Hamui Sutton refirió que un currículum por competencias -entendido como un conjunto de métodos pedagógicos y criterios de evaluación que orientan la vida académica- se enfoca en los resultados de aprendizaje. De ahí que la evaluación sea central en este modelo educativo.

“Nos enfrentamos a la tarea de repensar la relación entre currículum y evaluación. Esto incluye fortalecer la relación entre los profesores y los estudiantes, privilegiar la formación y la actualización de los docentes para orientarlas hacia esa consecución de las competencias, homologar las técnicas y las herramientas de evaluación con estándares de calidad, fomentar la realimentación del aprendizaje, y favorecer la comunicación y reflexión sobre los actos educativos”, consideró la también coordinadora del Modelo Educativo para Desarrollar Actividades Profesionales Confiables (MEDAPROC).

Fundamentos de MEDAPROC

El MEDAPROC, puesto en marcha por la SEM y basado en las tendencias internacionales educativas denominada entrustable professional activities y el Plan de Estudios de 2010, busca operacionalizar las competencias clínicas partiendo de la epistemología interpretativa y la pedagogía del Constructivismo, explicó la doctora Verónica Durán Pérez, integrante del Departamento de Investigación en Educación Médica y colaboradora del grupo de trabajo de MEDAPROC.

En tanto, la doctora Sahira García Téllez, profesora titular en el diplomado “Formación de expertos en el MEDAPROC”, añadió que las APROC son las tareas y responsabilidades que son confiadas a los estudiantes en el Internado Médico, que ya adquirieron conocimientos, habilidades, valores, actitudes y aptitudes para prestar atención médica a los pacientes.

Este año, el MEDAPROC fue acreedor al Premio al “Mejor trabajo en la Enseñanza de Grado” por la Cátedra de Educación Médica de la Fundación Lilly y la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente incluye los proyectos MEDAPROConfiable (Internado Médico), MEDAPROC Integra (enlace entre las ciencias básicas e Internado), ANATOPROC (Anatomía), IB MEDAPROC (Informática Biomédica), PSCV MEDAPROC (Salud Pública), MEDAPROC GO (Ginecología y Obstetricia), CF MEDAPROC (Ciencia Forense) y se trabaja en Farmacología con MEDAPROC.

Los componentes de la evaluación

“La filosofía inspiradora de la evaluación es la equidad: evaluar a todos con el mismo rasero, para así evitar cualquier tipo de sesgo”, señaló el doctor José Muñiz Fernández, catedrático de Psicometría en la Universidad de Oviedo, España.

Asimismo, aseguró que para llevar a buen término una evaluación son necesarios siete componentes: qué se evalúa y para qué, identificar las partes legítimamente implicadas, quién evalúa las competencias, cómo lo hace, el feadback o retroalimentación, generar planes de mejora, y tener presente la opinión de las partes implicadas.

Monitoreo de la evaluación

Hasta antes de 1980, en México no existían datos sobre la evaluación en la enseñanza. Actualmente, agencias evaluadoras se encargan de garantizar que se cumplan los criterios establecidos para el aprendizaje y que cuenten con los recursos humanos e infraestructura necesaria para ello.

“Existen dos mecanismos para realizar este monitoreo: El aseguramiento interno, a cargo de una instancia dentro del organismo educativo, y el aseguramiento externo, en el que un órgano ajeno evalúa la operación de la institución y sus programas”, señaló el maestro Rafael Vidal Uribe, coordinador general de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior.

En México, el aseguramiento de la calidad se efectúa de tres maneras: “Audit” o auditoría, proceso que evalúa el mecanismo interno de la institución; “Evaluación de calidad”, conjunto de actividades en las que un agente externo evalúa y ofrece una serie de recomendaciones a la institución sin un reconocimiento oficial, y la “Acreditación”, proceso que reconoce de manera formal a una institución o plan educativo.

En su conferencia “Estado actual de la evaluación educativa en Instituciones de educación superior y su prospectiva en América Latina”, indicó que en el país existen más de 3 mil instituciones educativas de nivel superior.

“Tenemos una población de más de 120 millones de habitantes, de los cuales sólo entre 4.2 y 4.4 millones cursa alguno de estos niveles (técnico superior-doctorado)”, concluyó.

Simulación clínica avanzada

La doctora Angélica García Gómez, jefa de Simulación Clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad La Salle, refirió que “cuando el alumno está en un contexto lo más parecido a la realidad, puede aprender del error y ser autoreflexivo y autocrítico”.

A diferencia de la técnica básica, la simulación clínica avanzada tiene tres etapas: briefing, en el que se marcan los lineamientos a seguir; el escenario, cuando se efectúa la simulación, y debriefing, donde el alumno reflexiona en torno a lo que realizó. Esta última etapa se divide en otras tres: descripción, en la que el estudiante expresa su percepción; análisis, donde los alumnos responden qué los llevó a realizar determinado procedimiento y, finalmente, la síntesis, donde se describe y se amplían soluciones a los casos.

El congreso contó también con la presencia del doctor Eduardo Backhoff, quien habló del diseño de pruebas a gran escala y las implicaciones en el uso de resultados; la doctora Isabel Arbesú, de la evaluación docente en educación superior; el doctor David Fetterman, sobre la Empowermet Evaluation y su aplicación en la educación universitaria; el doctor Agustín Tristán, de la certificación de procesos de evaluación profesional en Medicina general; el doctor Mario Rueda, de la evaluación del desempeño docente y Adriana Mendieta, de los Procesos de evaluación institucional.

El evento realizado el 4 y 5 de junio en el auditorio “Doctor Raoul Fournier Villada” fue organizado por la SEM y la Red Latinoamericana de Educación Médica, reunió a los especialistas líderes de la evaluación con más de 300 congresistas de modo presencial y 150 en línea, quienes pudieron inscribirse a diferentes talleres sobre el MEDAPROC, diseño de instrumentos e innovación en el área de evaluación, entre otros.

Mariana Montiel y Valeria Cuatecatl