“En la rápida sucesión de los hallazgos científicos, la Bioética ha tenido también una creciente e imprescindible presencia; sin embargo, tenemos que reconocer que siempre va un paso atrás; por ello, ante el actual desarrollo biotecnológico, es pertinente analizar cómo evitar que las investigaciones se salgan de control”, indicó el doctor Samuel Ponce de León Rosales, investigador de la Facultad de Medicina y coordinador del Programa Universitario de Investigación en Salud de la UNAM.

Por su parte, el doctor Arnoldo Kraus Weisman, profesor de posgrado en la Facultad de Medicina, consideró que la Bioética es la filosofía del siglo XXI y advirtió que se debe reflexionar en torno a qué sucederá con el ser humano a partir del uso excesivo de la tecnología. “La Ética debe preguntarse si todo lo que se puede investigar se debe de investigar, es decir, hay que hacer un balance entre el conocimiento ético y el conocimiento científico puro”.

Objeción de conciencia

“La objeción de conciencia, definida como la negativa de una persona de acatar un deber jurídico al considerarlo incompatible con sus creencias, tiene que encontrar espacio en el marco de una sociedad democrática que garantiza los derechos humanos, pero eso debe pasar necesariamente por una regulación jurídica”, afirmó la  doctora Pauline Capdevielle, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

En este sentido, el doctor Patricio Santillán Doherty, director Médico del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias “Ismael Cosío Villegas”, hizo hincapié en que uno de los límites primordiales de la objeción de conciencia es el daño que puede ejercerse sobre otras personas.

Comités Hospitalarios

El doctor Sergio Ponce de León Rosales, director de Enseñanza del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, recordó que, en 2015, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura aprobó la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos, que contempla la creación de comités de ética, con miras a asesorar problemas de esta índole en contextos clínicos.

En su oportunidad, el doctor Carlos Aguilar Salinas, miembro de la Unidad de Investigación en Enfermedades Metabólicas de ese Instituto, señaló que todo protocolo debe ser vigilado por el Comité de Ética, que representa a pacientes, investigadores, personal no médico y grupos de interés, y el Comité de Investigación, integrado por expertos en protocolos realizados en humanos.

En el Congreso de Bioética, organizado por el Seminario Permanente en el tema, también se habló sobre los retos actuales del consentimiento informado, animales de investigación, aborto, así como Bioética y salud mental.