“Más que un concepto, la perspectiva de género tiene que estar presente como metodología en todo momento, y desde el inicio de la investigación en un caso de violencia feminicida”, señaló la maestra Mercedes Adriana Rubio Mendoza, criminalista consultora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, durante el Seminario de Bioética y Ciencia Forense organizado por la Licenciatura en Ciencia Forense de la Facultad de Medicina.

Al respecto, recordó la sentencia emitida en 2009 por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) para el “Caso Campo Algodonero”, en el cual ocho víctimas de feminicidio fueron encontradas en un lote de Ciudad Juárez, Chihuahua. “Se establece que el Estado mexicano debe de conducir todas las investigaciones mediante una metodología que permita no sólo el esclarecimiento del hecho, sino también un adecuado proceso, que la CoIDH le llama perspectiva de género”.

Seis años después, en otro caso, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) coincidió en la necesidad de garantizar la perspectiva de género en la investigación, al resolver que el “Caso Mariana Lima Buendía” (mujer asesinada a manos de su esposo, quien denunció la muerte como un suicidio) fuera investigado como feminicidio. “La SCJN establece que las muertes violentas de mujeres deben investigarse con perspectiva de género y se deben realizar diligencias particulares”, manifestó la maestra Rubio Mendoza.

En su oportunidad, la doctora Ana Pamela Romero Guerra, directora General Adjunta para la Atención a Víctimas de Delitos de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, refirió que, aunque estos casos han sentado precedentes a nivel jurídico, “la ciencia ha estado muy dudosa de las perspectivas de género y el enfoque de derechos humanos, al considerar que hacen perder objetividad.

“La perspectiva de género es una visión analítica, científica y política de los hombres y las mujeres, en los contextos de desigualdad, discriminación, vulneración y violencia que se viven por los roles y estereotipos”, definió quien también es académica de la Licenciatura en Ciencia Forense.

Ejemplificó con el caso de una joven en Chihuahua: “su cuerpo estaba tirado en un lote baldío, y al lado había una jeringa, la levantaron y dijeron, ‘ah, seguro era drogadicta’. En lugar de seguir un método de análisis, saltaron a las conclusiones inmediatamente porque los estereotipos nos afectan”, refirió. “La perspectiva de género ayuda a ser objetivo. Si piensas que las mujeres ‘se lo buscaron’ porque eran trabajadoras sexuales o viajaban solas, no estás haciendo bien tu trabajo”.

Mariana Montiel