El Departamento de Microbiología y Parasitología (DMyP) de la Facultad de Medicina de la UNAM organizó el simposio virtual “SARS-CoV-2/COVID-19. Aspectos Básicos, Clínicos y Epidemiológicos”, coordinado por los doctores Margarita Cabrera, jefa del Departamento, y Rodolfo García, coordinador de Investigación, así como la bióloga Nelia Luna, responsable del sitio web del Departamento.

Para abrir la actividad, el doctor Luis Padilla Noriega, investigador del DMyP, explicó la patogénesis de los coronavirus y señaló que “causan enfermedades respiratorias en los seres humanos, su vía de entrada es respiratoria, fecal u oral y producen desde un resfriado común hasta una neumonía. El SARS-CoV-2 inicia dañando las células epiteliales del tracto superior respiratorio, posteriormente hay diseminación rápida a alvéolos que produce descamación, edema e infiltración de células inflamatorias; este daño alveolar genera daño pulmonar agudo, síndrome de sufrimiento respiratorio agudo y eleva el nivel de citocinas proinflamatorias que van a desregular la respuesta inmune”.

Por su parte, la doctora Mirza Romero Valdovinos, del Hospital General “Dr. Manuel Gea González”, señaló que la magnitud de los síntomas de alguien con COVID-19 dependerá de su respuesta inflamatoria y cómo la controlen. En pacientes asintomáticos los síntomas son contrarrestados por una mediación del sistema inmune y aquellos que presentan síntomas más graves es porque tienen una desregulación de este sistema inicialmente en el pulmón y, posteriormente, en tejidos periféricos, por lo tanto, estos pacientes tienen una alta carga viral y mayor gravedad en los síntomas.  

La doctora Rocío Tirado Mendoza, académica del DMyP, explicó que el virus SARS-CoV-2 ha presentado variaciones en su material genético en diferentes regiones geográficas ocasionando que ya existan diferentes mutaciones, lo cual podría explicar la alta mortalidad y severidad de la enfermedad. El estudio molecular del virus ha ayudado a identificar estas mutaciones, a desarrollar diferentes tratamientos, herramientas de diagnóstico más eficaces y así evitar los “falsos negativos” en las pruebas diagnósticas; todo esto deberá ser considerado también en el desarrollo de vacunas que pudieran ser diferentes, dependiendo de la región geográfica.

Aspectos clínicos

Desde el 24 de marzo que abrió la Clínica de Diagnóstico para SARS-CoV-2 para la comunidad universitaria, ha recibido alrededor de 4 mil llamadas y programado 3 mil 600 citas, a las que acudieron 3 mil 100 personas, de las cuales a mil 850 se les realizaron pruebas. “Los resultados indican que la población atendida tiene una distribución casi equitativa entre hombres y mujeres, la mayoría proveniente de la Ciudad de México, siendo una gran proporción estudiantes”, señaló la doctora Yolanda López Vidal, coordinadora de la Clínica.

En su oportunidad, la doctora Evelyn Rivera Toledo, adscrita al DMyP, indicó que el aumento de las personas infectadas y que han fallecido por COVID-19 es una situación grave, por lo que el tener una vacuna profiláctica contra el SARS-CoV-2 es imprescindible, sobre todo para proteger a los grupos vulnerables. Ante esto la comunidad científica ha actuado de manera rápida, ya que al 31 de julio la OMS tenía el registro de 165 prototipos de vacuna, de los cuales 139 se encuentran en ensayos preclínicos y el 26 restante en ensayos clínicos. La vacuna ChAdOx1-S, desarrollada por la Universidad de Oxford en colaboración con AstraZeneca, lleva la ventaja en cuanto a los estudios de fase clínica.

La doctora Rosa María Wong Chew, jefa de la Subdivisión de Investigación Clínica de la Facultad, apuntó que “una vez que el virus entra, hay toda una tormenta de citocinas que, además de ocasionar infección e inflamación a nivel pulmonar, también puede tener manifestaciones en otros aparatos y sistemas, puede haber alteraciones de la coagulación, hiperlipidemia, alteraciones hepáticas, renales, anemia, etcétera”. Además, en los niños se reportó el síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico, que no es tan común, pero es una forma grave de COVID-19.

Al hablar de los trabajadores de la salud, el doctor Rafael Franco Cendejas, jefe de la División de Infectología del Instituto Nacional de Rehabilitación “Luis Guillermo Ibarra Ibarra”, advirtió que son ellos los que tienen un mayor riesgo de contraer la infección, por lo que es necesario que utilicen el equipo de protección personal de forma correcta. Asimismo, refirió que, en general, la enfermedad es menos grave en el personal de salud, y resaltó la importancia de cuidar su salud mental.

Aspectos epidemiológicos

El doctor Javier Ambrosio Hernández, investigador del DMyP, mencionó que el virus ha tenido alta propagación, incluso individuos asintomáticos que nunca desarrollan los síntomas pueden ser dispersadores silenciosos, por lo cual se debe ampliar y priorizar la detección de estas personas, ya que podrían ser capaces de infectar a una gran cantidad de individuos. También, recalcó el uso de cubrebocas como medida para reducir el riesgo de transmisión.

A su vez, la doctora Guadalupe García de la Torre, jefa del Departamento de Salud Pública de la Facultad, destacó la importancia de la Epidemiología para identificar situaciones de riesgo y poblaciones vulnerables para tomar medidas de prevención o control de algún problema de salud, así como establecer modelos que ayuden tanto al seguimiento como a la predicción del problema con base en la educación, cultura, situación política, económica y geográfica de las personas, y evitar la infodemia.

Finalmente, el doctor Rodolfo Acuña Soto, profesor del DMyP, consideró que el gran crecimiento de la población, la urbanización y las intervenciones humanas han generado la alteración ambiental del planeta y, con ello, mutaciones de virus alrededor del mundo que han provocado epidemias y pandemias en los humanos, como el virus de influenza, dengue, tuberculosis y coronavirus. “Se aproximan tiempos más difíciles y va a depender de nuestro trabajo como especie salir adelante”, concluyó.

Janet Aguilar y Axel Miranda