La violencia masculina está influenciada por factores sociales, biológicos y culturales, y tiene varios componentes: las conductas, los pensamientos, las formas de comunicación, las emociones, el cuerpo, la historia de vida y la presión social, los cuales se relacionan de forma compleja en la vida de los hombres.

Existen instituciones cuya misión es eliminar esta violencia, cuestionar estas visiones de la masculinidad y promover políticas públicas con perspectiva de género. Tal es el caso de Hombres por la Equidad, cuyo objetivo es detener la violencia masculina contra las mujeres y sus familiares, generar alternativas ante esta violencia y prácticas igualitarias con la pareja y la familia, informó su director, el maestro Roberto Garda Salas, durante su charla por Facebook Live de la Facultad de Medicina de la UNAM en el marco del Seminario Permanente de Género y Salud.

Al mencionar que actualmente sus sesiones son virtuales, explicó que en las intervenciones se parte del marco teórico de deconstrucción de la masculinidad, se dialoga y reflexiona sobre experiencias de violencia de manera individual o grupal, tratando de dar una explicación de esa conducta en cada uno de los componentes, para que en sesiones posteriores los hombres construyan actos de igualdad y equidad. También se trabaja con el manual “Nuevas habilidades para los hombres”, el cual es un programa de intervención multinivel y multicomponente con enfoque de género.

En las intervenciones se ha encontrado que el mandato masculino sigue muy presente: “Muchos hombres no reconocen sus sentimientos, la gravedad de la situación ni su vulnerabilidad, no tienen empatía con la pareja e hijos e incluso los llegan a ver como un problema. Asimismo, asumen que los conflictos no dependen de ellos si no de cosas externas que no pueden controlar, por lo que varios no ven oportunidades, no pueden pensar positivamente y llegan a devaluarse, especialmente en este contexto de la pandemia”, mencionó el maestro Garda Salas. 

Por otro lado, muchos hombres aún tienen ideas de superioridad que contrastan con su realidad e impotencia ante la COVID-19 y pretenden controlar a su pareja exigiendo servicios a sus parejas e hijos e hijas en el hogar sin saber negociar, es por eso que también se llega a consultar sobre cómo se sienten las mujeres que son parejas de los hombres que asisten a los grupos de reflexión.

Varios de los hombres que llegan al grupo tienen malestar emocional y muchas dificultades para comunicarse, pero sobre todo son hombres que ejercen violencia en sus familias; el encierro a causa de la COVID-19 puede amplificar estos malestares de forma distinta. En general, el aislamiento social exacerba los mandatos de la masculinidad en los hombres. Estos exigen logros en lo público y, ante la imposibilidad de realizarlos, surge en ellos el malestar emocional y la violencia hacia las parejas, indicó el especialista.

Finalmente, el maestro Garda Salas mencionó los aprendizajes que ha tenido la organización e hizo una invitación para todos aquellos que quieran unirse a las sesiones, para lo cual pueden enviar un correo a hombreshxe@gmail.com.

Axel Torres