El arte se ha adaptado a ciertos acontecimientos como son los cambios políticos, filosóficos y religiosos, pero también tecnológicos. La irrupción de la fotografía logró desbancar a la pintura como medio de representar la realidad visual y la figura humana en un entorno. Es así que, con la llegada de la fotografía, la pintura tuvo que adaptarse y en algunos casos manifestarse en contra, pretendiendo que seguía siendo la hegemonía para representar la instantaneidad, el momento y los colores, que es lo que hicieron los impresionistas. Posteriormente, el post-impresionismo se refugiará en el mundo sensible y en aquello que quiere expresar.

“Si bien la pintura abstracta es aquella que carece de figuras y que, por lo tanto, también renuncia al tradicional interés del arte que era narrar historias, y se cree que Wassily Kandinsky fue el padre de esta corriente artística, si se revisan las manifestaciones plásticas desde la antigüedad podemos encontrar periodos geométricos que renuncian a la idea de la representación y de la figuración”, indicó la maestra Nuria Galland Camacho, coordinadora de Servicios Pedagógicos y Contenidos Académicos del Palacio de la Escuela de Medicina.

En su Curso-taller de Historia del Arte transmitido por el Facebook de la Facultad, la maestra Galland Camacho explicó que en la obra de Kandinsky se pueden apreciar abstracciones de paisajes, que él tratará de representar por medio de sus pinturas en un intento de música visual, y otro aspecto brillante que tuvo fue el vincular los colores con los estados de ánimo. Posteriormente, en sus pinturas predominaría la dimensión geométrica que será una manera de aspirar hacia la universalidad.

Joan Miró fue un artista perteneciente al surrealismo que incursionó en el mundo de lo abstracto. En su obra se pueden apreciar elementos musicales, seres fantásticos y figuras geométricas. Su trabajo era producto de las alucinaciones que le causaba el hambre.

“Paralelamente surge un movimiento mucho más abstracto, purista, metódico y sistemático que se conoce como De Stijl, donde el protagonista más importante fue Piet Mondriaan; su obra Composición en rojo, amarillo, azul y negro se reduce a lo elemental y purifica la pintura a través de colores y de las formas geométricas, donde se aleja de cualquier rasgo de subjetividad», apuntó.

Todos estos avances cobran más fuerza cuando surge el Expresionismo abstracto, que se cree es la primera vanguardia propiamente norteamericana. Aquí se deja ver la realidad sensible del artista a través de combinaciones cromáticas. Un gran representante fue Mark Rothko, sin embargo, no sería el gran protagonista de este movimiento debido a que era extranjero.

Finalmente, la experta mencionó que Jackson Pollock fue el principal artista del movimiento, quien utilizó la técnica conocida como action painting, “él se movía mientras pintaba, el pincel nunca tocaba el lienzo, sólo dejaba gotear la pintura y la labor que tuvo Pollock mediante esta especie de danza fue generar un balance y una proporción en cuanto a los tonos, al grosor de las gotas, y es así como hizo estas composiciones que le dan gran prestigio y que ayudan, sin duda, a que Norteamérica conserve la meca del arte y la vanguardia artística”.