La Guía Bioética para la Asignación de Recursos Limitados de Medicina Crítica en Situación de Emergencia nació con el objetivo de ser un manual que proporcionara criterios para orientar la toma de decisiones de triaje cuando una emergencia de salud pública genera una demanda en los recursos de medicina crítica que no es posible satisfacer. Este tipo de recursos ha sido utilizado en gran parte del mundo, sin embargo, en México la desinformación la hizo ver de forma negativa.

Para debatir y adentrarse en el tema, la tercera sesión del Seminario de Bioética, Ciencia Forense y Género “Pandemia COVID-19, Género y Violencia”, titulada “Polémica en torno a la Guía Bioética para la Asignación de Recursos Limitados de Medicina Crítica en Situaciones de Emergencia”, reunió a redactores de ésta y expertos que dieron su punto de vista.

“Esta guía fue publicada por el Consejo de Salubridad General en México el 30 de abril de este año y estuvo rodeada por una polémica que se gestó desde el mundo académico, clínico y la crítica social en México, porque se puso sobre la mesa la situación de salvar la mayor cantidad de vidas ante una pandemia que parecía que podía sobrepasar la capacidad de la atención hospitalaria”, indicó la doctora Zoraida García Castillo, coordinadora de la Licenciatura en Ciencia Forense y moderadora del evento.

Por su parte, el doctor José Ramón Cossío Díaz, ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, consideró que el problema fundamental de la guía fue la comunicación al publicarla. “Más allá de justificar esta guía, debemos hacer un esfuerzo muy importante para tenerla y guardarla con la esperanza de no tener que usarla, pero en caso de que sí, generar el menor daño posible”, dijo.

En tanto, el doctor Juan Antonio Cruz Parcero, académico en el Instituto de Investigaciones Filosóficas de la
UNAM y uno de los participantes en la creación de la guía, reconoció que hubo un error al no decir que, en primera instancia, la guía era un borrador para ser discutido y modificado de acuerdo a las necesidades del país.

El doctor Jesús Rodríguez Zepeda, profesor e investigador en el Departamento de Filosofía de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa, criticó la forma en que los medios presentaron la guía, pues manipularon y tergiversaron los discursos conceptuales y científicos. Asimismo, dijo que la guía final debía ser un reglamento obligatorio y no de aplicación voluntaria, como la presentó la Secretaría de Salud.

“Cuando nos planteamos la redacción de ésta, veíamos la situación de otros países, principalmente en Europa. Sabíamos que teníamos escasez de recursos médicos y debíamos plantearnos quién iba a tener acceso a éstos en una situación de emergencia”, explicó la doctora María de Jesús Medina Arellano, coordinadora académica del Diplomado en Bioética, Salud y Bioderecho del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, y participante en la creación de la guía.

Eric Ramírez