Se ha visto que el SARS-CoV-2 se transmite por aerosoles o gotitas respiratorias a la conjuntiva, por lo que el ojo pudiera ser vía de entrada del virus. Asimismo, se ha documentado que el 20 por ciento de los pacientes que tuvo COVID-19 también presentó inflamación en la conjuntiva, y hay estadísticas que consideran que del 1 al 3 por ciento de los pacientes manifestó ojo rojo, indicó la doctora Adriana Hernández López, oftalmóloga y coordinadora de Investigación del Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina de la UNAM.

En su plática transmitida por Facebook Live de la Facultad, la especialista señaló que la revisión oftalmológica actualmente es una práctica médica de alto riesgo, por la cual existe la posibilidad de contraer la enfermedad de COVID-19. “Es muy importante establecer protocolos de seguridad y considerar que sólo se evaluarán a pacientes con patología ocular urgente o prioritaria y que esta evaluación tiene que ser en ausencia de síntomas de infección por coronavirus”, advirtió.

Además, apuntó, es importante estandarizar algunas medidas de protección para la población que acuda a consulta, como es la toma de temperatura, hacer un cuestionario en el que se identifiquen factores de riesgo para infección por coronavirus y medir la oxigenación en la sangre.

Algunas de las enfermedades oftalmológicas que ameritan atención prioritaria son degeneración macular, maculopatías, retinopatía diabética, glaucoma y uveítis; pero también existen otros pacientes que no están diagnosticados y que pudieran haber notado cambios en su vista, como visión borrosa o puntos en el campo visual, presencia de destellos en la visión y pérdida repentina de una parte de la visión, que pueden ser síntomas de alerta para considerar una evaluación oftalmológica prioritaria y así descartar alguna patología importante.

La doctora Hernández López también mencionó las pautas que el paciente debe seguir en su visita oftalmológica, como mantener una distancia de seguridad, utilizar continuamente soluciones hidroalcohólicas, usar mascarilla tricapa y acudir a las citas sin compañía, aunque si son pacientes menores de edad o con alguna limitación, el acompañante tendrá que seguir las pautas antes mencionadas.

«Es muy importante que identifiquemos, hagamos prevención y ejecutemos todos los protocolos, porque esto minimiza la exposición al virus y, si tenemos menor carga de exposición, también tenemos la posibilidad de reducir esa transmisión y, por lo tanto, eso brinda seguridad en los diferentes escenarios de la atención médica oftalmológica».

Dra. Adriana Hernández López

Del mismo modo, resaltó que el especialista también estará preparado con su equipo de protección personal, que consta de un cubrebocas N95, careta o lentes y guantes de exploración y, además, todo el equipo que ha estado en contacto con los pacientes tiene que ser desinfectado entre cada consulta realizada.

Finalmente, hizo un reconocimiento al doctor Li Wenliang, quien fue un médico oftalmólogo chino de 34 años y uno de los primeros en alertar sobre la COVID-19 en China. “Lo que nos demuestra que el oftalmólogo no sólo es el médico de los ojos”, concluyó la doctora Hernández López.

Janet Aguilar