La Epidemiología tiene tres principales áreas de estudio: evaluar la salud de una población, que incluye la prevalencia de trastornos, enfermedades y síntomas; determinar las causas y factores de riesgo; e implementar y evaluar soluciones para las enfermedades.

“Las aplicaciones de la Epidemiología en Psiquiatría incluyen investigar la prevalencia de los trastornos en una población, los factores de riesgo para presentar alguno de ellos, entender cómo funcionan los trastornos de manera neurobiológica y social, evaluar los programas de educación y prevención, y también se puede aplicar en las pruebas controladas aleatorizadas donde se evalúan tratamientos psicológicos y medicamentos usados para las enfermedades psiquiátricas”, explicó la ingeniera Nora Clancy Kelsall, alumna de la Maestría en Epidemiología Psiquiátrica de la Escuela de Salud Pública de Harvard.

Durante el Seminario de Salud Mental y Psiquiatría, transmitido por Facebook Live de la Facultad, organizado y moderado por la doctora Ingrid Vargas Huicochea, Coordinadora de Investigación del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM, la ingeniera Kelsall compartió dos estudios del grupo de investigación en el que ella participa, en los que se puede observar cómo se aplica la Epidemiología psiquiátrica. El primer ejemplo fue una investigacion acerca de la depresión y transmisión de riesgo entre familias, estudio longitudinal y prospectivo que cuenta con una recolección de datos de casi 40 años, en el que han participado tres generaciones de encuestados, y del cual han derivado varios subestudios.

“Los análisis longitudinales son un tipo de estudio bastante caro y difícil de hacer, pero son muy importantes, ya que pueden dar cuenta de lo sucedido en varios años en una población definida; también se puede ver muy bien el orden de los eventos y, debido a que hay muchos datos, se pueden trabajar muchos proyectos diferentes relacionados al tema central”, apuntó.

El segundo ejemplo se trató de un trabajo acerca de la salud mental de embarazadas durante la pandemia de COVID-19. Su objetivo es identificar y medir las asociaciones entre la salud mental perinatal y los factores relacionados con la pandemia, como la búsqueda de información, preocupaciones y medidas preventivas. En los resultados se encontró un aumento de síntomas de estrés postraumático, soledad, ansiedad y depresión en estas mujeres, cuyas mayores preocupaciones giraron alrededor de su embarazo, parto y la falta de apoyo social, además se vio que la búsqueda excesiva de información sí estuvo relacionada con el aumento de estos síntomas.

Finalmente, la experta indicó que “los estudios de salud mental durante esta época de COVID-19 son muy importantes para ver exactamente qué es lo que está pasando en las poblaciones, ya que es un evento muy grande que afecta a todos de manera diferente, entonces estas investigaciones son vitales para entender qué es lo que sucede, aunque también son bastante difíciles de realizar”.

Janet Aguilar