El término infodemia surgió a partir de que en esta época de pandemia existen muchas noticias e información falsas que se han difundido con gran rapidez similar a una epidemia, por lo que es necesario saber identificarla y no transmitirla para evitar alarmar a la población.

“La infodemia equivale a noticias falsas y teorías de conspiración, cosas muy presentes en esta pandemia y que a veces nuestro cerebro termina creyendo debido a que tiende a buscar patrones y generar explicaciones, aunque no representen la realidad”, explicó el QFB Martín Bonfil Olivera, Divulgador Científico de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM.

Desde el año pasado ha habido difusión de noticias falsas respecto a la COVID-19, como lo es el uso de dióxido de cloro como tratamiento preventivo y curativo, sin embargo, carece de evidencia científica, por lo que mucha gente lo consume sin saber que pone en riesgo su salud. Otro ejemplo es el mito de que vacunarse contra la COVID-19 es malo para la salud, por lo que muchas personas tienen miedo de hacerlo debido a no saber distinguir la información confiable de aquella que es falsa.

Una de las explicaciones que nos hace creer estas ideas es que “nuestro cerebro tiene sesgos cognitivos y uno de ellos es el de confirmación, el cual favorece las ideas que ya creíamos desde antes y que están vinculadas a nuestras emociones, personalidad, creencias o tradiciones, esto nos induce a descartar la información que nos lleva la contraria. Asimismo, la presión social, falta de información y de hábitos de pensamiento crítico son otros factores”, afirmó el experto.

En la entrevista “La infodemia y cómo combatirla”, moderada por la licenciada Leonora González Cueto y transmitida por Facebook Live durante el Viernes Cultural de la Facultad de Medicina de la UNAM, el QFB Bonfil Olivera explicó que este fenómeno se ha difundido por medios de comunicación como la televisión, revistas y periódicos amarillistas, y hoy en día predomina a través de las redes sociales al carecer de verificación. “Esta información puede ser generada por grupos o personas con intereses particulares, aquellas que actúan por ocio, diversión o búsqueda de impacto en redes”, señaló.

Para combatir la infodemia, consideró que lo mejor es tener hábitos de pensamiento crítico, como son el cuestionar e investigar la evidencia de la información, validar sus argumentos, revisar las fuentes, su coherencia y ver que esté libre de conflictos de intereses. Además, se debe de investigar en sitios de instituciones o universidades reconocidas y consultar en fuentes de Medicina basada en evidencia.

También es importante reforzar la cultura científica, para ello se debe tener mayor comprensión de los conocimientos y comunicarlos con sus razonamientos de una manera responsable. Del mismo modo, se debe fomentar un cambio de valores y actitudes en la sociedad con el objetivo de tener mayor pensamiento crítico y un cambio en las leyes que impidan los abusos e imposiciones.

Axel Torres