La insuficiencia venosa crónica (IVC) es una enfermedad donde las venas no logran realizar un adecuado retorno de la sangre al corazón; se da con mayor frecuencia en mujeres adultas, y aquellas personas con obesidad y un estilo de vida sedentario tienen un alto riesgo de padecerla.

Esta patología se trata con medicamentos flebotónicos, los cuales en ocasiones tienen poca eficiencia y no se ha podido estimar su seguridad a mediano y largo plazo. Con el propósito de generar fármacos más seguros y eficaces, el doctor Oscar Salvador Barrera Vázquez, el QFB Juan Luis Escobar Ramírez y el doctor Gil Alfonso Magos Guerrero, Profesor Titular y Jefe del Laboratorio de Fitofarmacología del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la UNAM, realizaron una investigación para encontrar productos naturales y compuestos activos que puedan servir para la elaboración de fármacos para mejorar la calidad de vida de pacientes con IVC.

“Los productos naturales derivados de seres vivos han sido fuente de compuestos activos para uso clínico, sin embargo, su aislamiento y purificación son complejos y puede haber dificultades para su síntesis o ser potencialmente tóxicos”, explicó el doctor Magos Guerrero durante la conferencia magistral “Selección in silico de productos naturales para su evaluación en un modelo optimizado de insuficiencia venosa crónica”, moderada por la doctora Ruth Jaimez Melgoza.

El doctor Oscar Barrera explicó que, para realizar el trabajo, lo dividieron en cinco etapas: la búsqueda de compuestos moleculares de fármacos en bases de datos y su jerarquización, en la segunda se buscaron productos naturales y se vieron cuáles de sus moléculas ya estaban descritas en la literatura y se seleccionaron aquellas que fueran similares a los medicamentos. Posteriormente, se buscaron sus blancos con el fin de hacer un cribado y ver qué moléculas servirían para las siguientes fases.

En una tercera etapa, se compararon las huellas digitales de las moléculas de productos naturales y aquellas de los compuestos activos de los fármacos de referencia con el fin de buscar similitudes entre ellas. En la cuarta etapa se seleccionaron aquellos productos naturales con potencial terapéutico y se eligieron los que tuvieran capacidad multiblanco.

En la última fase y una vez obtenidas las moléculas se seleccionaron aquellas con mayor disponibilidad, accesibilidad e interacción con los genes involucrados en la fisiopatología, también se consideraron las que tuvieran mayor facilidad para administrarse en modelos animales experimentales vía intravenosa u oral. Para lograr buenos resultados, los modelos tendrán tres características que se valorarán: edema, hipertensión venosa y permeabilidad vascular.

Como resultados se obtuvieron cinco compuestos: acacetina, herniarina, honokiol, isoimperatorin y tanshinone I, con los cuales se realizarán ensayos clínicos en los modelos animales una vez que las condiciones sanitarias lo permitan para comprobar si sirven en fármacos que tengan un efecto benéfico en las personas con IVC.

Ilustración del Mtro. Andi Espinoza

Axel Torres