“Cuando hablamos de arte rupestre inmediatamente pensamos en aquellas manifestaciones que están plasmadas en un soporte rocoso, dentro de una cueva donde los primeros humanos pintaban, y podríamos pensar que sus temas primordiales son los animales que cazaban. Entonces, vamos a ir descifrando cuáles eran los supuestos motivos en torno a estas manifestaciones; aunque a estos cuestionamientos difícilmente les podremos encontrar respuesta concreta, nos ayudan a imaginar a estos primeros humanos, a dotarlos de rasgos que nos conmueven, de la concepción que podrían tener de la muerte, del juego y que se expresaban a través de estas representaciones”, indicó la maestra Nuria Galland Camacho, Responsable de Servicios Pedagógicos y Contenidos Académicos del Palacio de la Escuela de Medicina.

En la cueva de Lascaux en Francia, que data de 15 mil años a.C., se han encontrado más de 600 figuras sobre piedra que en su mayoría son animales de caza como bisontes o toros, pero también hay caballos, aves e incluso peces. Se piensa que esta cueva era un tipo de santuario con pinturas conocidas como mágicas propiciatorias, donde el chamán o la persona encargada de representar las figuras simulaban el acto de la caza o la aparición de estos animales para ayudar de manera simbólica al resto del grupo para tener una caza exitosa.

En el Curso-taller de Historia del Arte transmitido por Facebook Live de la Facultad de Medicina de la UNAM, la experta apuntó que “nos sorprende ver el gran naturalismo con el que están representados estos animales, algunos de un formato que pareciera que son naturales, otros exceden el formato natural o son mucho más pequeños, y también hay una ilusión de que están en pleno movimiento. Observamos que su paleta es muy reducida, son meramente pigmentos de origen natural como el óxido de hierro para los tonos rojos, ocres o amarillo, y el carbón vegetal para el negro; no se han encontrado rastros de azul ni de verde”.

Además, se creía que en el periodo neolítico no aparecía la figura humana y que es hasta el mesolítico donde hay una conciencia de uno mismo que aparece el humano; sin embargo, hay ciertos hallazgos que desmienten esta teoría, aunque la manera de representar al humano es meramente esquemática. Un aspecto interesante que aparece en la cueva de Altamira en España es que utilizan el volumen propio de la piedra para darle volumen al animal que pintaban.

La cueva de Chauvet en Francia, que data de 30 mil años a.C. y es de las más antiguas, se caracteriza porque “en el caso de aquellos que trabajaban ahí, lijaban la piedra antes y preparaban la superficie en donde iban a pintar”, mencionó la maestra Galland Camacho al recordar que también se han encontrado esculturas de bisonte modeladas en arcilla en una cueva de Francia.

Finalmente, habló acerca de Catal Hüyük, un asentamiento neolítico ubicado en el sur de Anatolia hacia el año 6 mil 250 a.C., donde se pueden ver una serie de compartimentos que se unen uno con otro para formar una especie de muralla.

Janet Aguilar