#TalentoFacMed

Usando sus técnicas favoritas que son el puntillismo y el dibujo a color, Emma Yarely Domínguez Sámano, estudiante de la Licenciatura de Médico Cirujano, se expresa libremente como cualquier artista lo haría disfrutando de su excepcional talento nato: dibujar.

Entró a ese fantástico arte a los 10 años de edad, cuando tuvo clases de artes plásticas en la primaria, donde descubrió su pasión y su maestra le recomendó que tomara clases de dibujo para potencializar su habilidad.

Uno de los personajes que admira y le causa inspiración es el extraordinario artista renacentista Miguel Ángel, pues piensa que combinaba armoniosamente la Medicina y el arte, y ella disfruta dibujar partes anatómicas. Cuando entró a la Facultad comenzó a dibujar corazones, pulmones, las capas del ojo y otros temas relacionados, pues asegura que el cuerpo humano es perfecto por todos los colores y detalles que hay dentro de él.

“Siempre me he considerado una persona que ve los detalles y, en efecto, cuando estaba aprendiendo a buscar ciertos tonos de colores, me di cuenta de que no nada más veía el negro. Entonces para mí el dibujo se relaciona con la Medicina porque ambos buscan más allá de lo superficial, es decir, no solamente lo que se muestra, sino un poquito más. En cualquier cosa que hagamos, la diferencia está en los detalles”, afirma.

Igualmente, para ella el dibujo es una forma de desestresarse. De hecho, durante el confinamiento la ayudó bastante porque hubo una época en la que no encontraba mucho qué hacer, y era algo que le ayudaba a relajarse.

Su talento le dio la oportunidad de participar en el Festival de Ciencia y Arte de la Facultad de Medicina en 2020, en donde le otorgaron el segundo lugar en los concursos de los departamentos de Anatomía y Embriología y Genética, y ganó dos libros, uno de Bioquímica de Mckee y otro sobre cuidados intensivos, y una bata.

Lo que más disfruta de la Medicina es estudiar bioquímica, inmunología e histología; asimismo, en las prácticas clínicas le encanta convivir, pues cree que muchas veces la gente necesita ser escuchada.

Ana Camila Pérez