#ResilienciaEnPandemia

Para Diana García Díaz, estudiante de la Licenciatura en Ciencia Forense, “es importante reconocer la propia fortaleza mental, ya que muchas veces la situación familiar afecta más que la misma carga de trabajo laboral/escolar, por lo que es bueno poder hablar con especialistas sobre nuestros sentimientos y ansiedades, así como no perder la comunicación con nuestros familiares y amigxs. Si bien es necesario establecer horarios de actividades y determinar a qué horas del día somos más productivos, también es muy importante no dejar de lado las actividades que nos ayudan a relajarnos o que nos divierten”.

 Asimismo, asegura que le motiva que sus profesoras y profesores se esfuercen para que sigan aprendiendo. Además, es importante “no perder de vista que mi objetivo es adquirir conocimiento para poder utilizarlo en un futuro para ayudar a terceras personas”.

Para adaptarse a esta nueva realidad, la alumna recuerda que fue un proceso casi imperceptible, donde tuvo que tener la determinación de levantarse a una hora, entrar a sus clases evitando lo más posible las distracciones, establecer un horario de comida, labores del hogar, escolares y recreativos, además de utilizar los tiempos entre clases para adelantar trabajos: “Proporcionando mi mayor atención fue lo que me ayudó a seguir aprendiendo sin llegar a sentir estrés o fatiga, y también fue importante no dejar de lado las actividades que me gusta hacer como pintar o hacer deporte, así como pasar tiempo con mi familia”.

También, le ha ayudado el identificar los horarios donde es más productiva en las tareas escolares para elaborar trabajos con calidad y de manera paulatina. “El deporte me ayuda también a desestresarme, convivir con mi familia, ver películas y series y contactar a mis amigas de manera remota. Realizo un trabajo de fines de semana que también me ayuda de distracción, así como es una fuente de recursos si es que necesito algún material escolar o recreativo”.

Diana considera que entre compañeras el apoyo debe ser constante y, de preferencia, mutuo. “Es muy común que nos distraigamos fácilmente durante las clases en línea, por lo que si una compañera/amiga no anotó algo o no entendió el tema y nosotras sí, no está de más que pregunten y que ayudemos con lo que sabemos; asimismo, puede pasarnos cuando se nos complica alguna actividad. A pesar de que suena banal, darnos ánimos entre nosotras también es una buena forma de apoyar cuando las situaciones ajenas sobrepasan nuestro propio alcance. Las y los docentes también son personas que han pasado por situaciones adversas, por lo que su forma de apoyo se refleja en la forma de dar clase, las actividades que dejan, los exámenes que realizan; es muy diferente un docente que lee diapositivas cargadas, deja muchas actividades fatigantes y hace un examen de memoria a un docente que propone dinámicas de participación en clase, deja actividades de diferentes tipos (videos, películas, lecturas, casos, etcétera) y maneja exámenes de análisis y conocimiento visto en clase; estos últimos son los que promueven el aprendizaje y se disfruta de manera amena la clase y el conocimiento”.

Finalmente, apunta que “aunque es posible que no regresemos a la situación previa a la pandemia, con la aplicación de vacunas y si las personas siguen las medidas de seguridad e higiene se puede llevar una vida sin confinamiento. Por otro lado, todas las personas estamos dando lo mejor para aprender otras tecnologías para evitar al máximo el contacto masivo, por lo que sólo puedo esperar que de ahora en adelante todo sea para mejor”.

Lili Wences