El naranja del cempasúchil guía su camino. Desde la entrada del Mictlán hasta la ofrenda se hace un camino brilloso que trae a nuestros muertos a un altar con su foto, con aquellos platillos que disfrutaban y los objetos que hacen de su recuerdo algo único; pero es nuestra memoria lo que les sigue dando vida y les ofrece un significado. Sin nosotros, ese homenaje no existiría, pero sin ellos, no tendría sentido.
Quizá la antítesis de esta celebración son los médicos y el personal de salud, que día a día se esfuerzan por preservar y dignificar la vida de las personas a través del estudio del cuerpo humano. Ellos se esfuerzan y ponen toda su determinación para lograr su cometido y cuando no haya nada que hacer, pasan la estafeta del cuidado a la muerte, que los guiará por el más allá y una vez al año los dejará volver.
Nuestra ofrenda fue una parada más para que nuestros seres queridos disfrutaran de su día. En ella los estudiantes, personal académico, familiares y trabajadores trajeron las fotos de aquellos que ya no están. Uno a uno ayudó no sólo a llenar el altar de recuerdos, sino a construirlo, a darle forma y a que tuviera el sello de eso que tanto recuerdan de su difunto.
En esta ofrenda, elaborada por iniciativa de la Coordinación de Comunicación Social, hubo investigadores con décadas de experiencia, trabajadores, médicos de generaciones pasadas, leyendas dentro de estas paredes y académicos que durante años transmitieron sus conocimientos y en vida nos regalaron a los mejores médicos del país.
Entre los nombres estuvieron Javier Rolando Ambrosio Hernández, José Luis Arredondo García, María Alejandra Briseño Prado, Estrella Cervantes García, Héctor Jaime Cervantes Rangel, Jazmín Chacón Flores, Luciano Domínguez Soto, Antonio Gómez Bautista, Natalio González Rosales, Claudia Juárez Rivera, Martha Medina Jiménez, Gerardo Palacios Bucio, Jesús Pablo Pérez García, Bertha Prieto Gómez, Rodolfo Rodríguez Carranza, Arturo Víctor Rosales Olivares, Manuel Valdez Jiménez, Zenón Valencia Martínez, entre otros. A todos ustedes ¡Muchas gracias!
Eric Ramírez
