Matilde Petra Montoya Lafragua es reconocida como la primera médica mexicana, nació en la Ciudad de México el 14 de marzo de 1857 y siempre fue una estudiante destacada. Su madre era partera, por esta razón decidió estudiar Obstetricia en 1870; este curso duraba dos años, sin embargo, debido a la muerte de su padre y a problemas de salud tuvo que mudarse a Cuernavaca y no pudo concluirlo.

En Cuernavaca atendió con éxito a una mujer que estaba en riesgo de morir durante el parto, por lo cual se le otorgó una licencia para ejercer la partería; posteriormente, regresó a la Ciudad de México y obtuvo el título de partera en 1873, recordó la maestra María Elena Ramírez de Lara, académica del Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Después se mudó a Puebla y con ayuda del gobernador pudo ingresar a la Escuela de Medicina de ese estado. Su destacada labor llamó la atención de varios periódicos, lo cual no fue del agrado de todas las personas, “incluso el redactor del diario El amigo de la verdad la acusó de ser protestante y masona, esto provocó que muchas de sus pacientes dejaran de buscarla”.

Decidió regresar a la Ciudad de México en 1882 para ingresar a la Escuela Nacional de Medicina y, de manera simultánea, estudió en la Escuela Nacional Preparatoria para validar sus estudios en materias básicas.

Su ingreso a la carrera de Medicina, los prejuicios y la visión conservadora del papel de la mujer en aquella época, generaron opiniones en contra de que cursara esta carrera, sin embargo, varias personas le brindaron su apoyo.

La maestra Ramírez de Lara explicó que Matilde enfrentó diversas dificultades durante su formación, al terminar la carrera tuvo que solicitar ayuda del presidente de México para que le permitieran hacer su examen de titulación, el cual presentó en agosto de 1887 y fue presidido por Porfirio Díaz, donde defendió ante un jurado su tesis sobre Bacteriología, un tema novedoso para la época. Fue aprobada por unanimidad y el mismo día recibió el título de Médica Cirujana Partera.

En la conferencia transmitida por Facebook Live, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y moderada por la doctora Jennifer Hincapie Sanchez, colaboradora del Programa Institucional de Ética e Igualdad de Género de la Facultad de Medicina, la maestra Ramírez de Lara explicó que la titulación de Matilde Montoya fue vista como un parteaguas y se habló de ella en muchos diarios del país.

Realizó una gran labor filantrópica y atendió a personas desamparadas. Se sabe que posteriormente tuvo una breve participación en la masonería, se convirtió en madre soltera al adoptar a varios niños huérfanos, se formó en Homeopatía y perteneció a la Asociación de Médicas Mexicanas del Siglo XX. Murió el 26 de enero de 1938.

“Tuvo una vida que fue atravesada por diferentes movimientos políticos y sociales, momentos difíciles que hacen más digno de mérito y elogio su esfuerzo por estudiar, salir adelante y transformar las instituciones y la vida, no sólo para ella, sino para muchas mujeres del país”, concluyó.

Ricardo Ambrosio