Angel J. Ruiz Moreno siempre estuvo interesado en investigar temas acerca del diseño de fármacos asistido por computadora; sin embargo, en México es un rubro nuevo todavía, así que buscó la forma de especializarse, aunque eso implicara viajar a otro país.

En esa búsqueda, al comienzo de su doctorado, se encontró con el convenio de doble titulación que tiene la UNAM con la Universidad de Groningen, en Países Bajos, al que accedió y el pasado 10 de diciembre fue el primer alumno en realizar su examen de grado y recibir su doble título como Doctor en Ciencias (PhD), luego de defender su tesis “Diseño y selección in silico de antagonistas de CD44”, en un formato semipresencial en las instalaciones de la Universidad de Groningen.

“Me siento orgulloso porque he concluido una etapa de mi formación académica muy importante. A nivel personal porque he logrado la obtención del doctorado y particularmente en este programa de doble titulación que tiene bastantes desafíos implicados como el estar en dos universidades diferentes, los distintos procesos de admisión y el entender los métodos de enseñanza e investigación en ambas instituciones”, manifestó el ahora doctor.

Él inició su tema de tesis explicando la importancia de la proteína CD44 en la progresión y la malignidad de diferentes tipos de cáncer. Conforme se fue adentrando, se interesó en diseñar compuestos en contra de CD44, con la intención de crear nuevas terapias contra el cáncer, particularmente contra el cáncer de mama.

“Concluí que el diseño asistido por computadora y el reposicionamiento de fármacos asistido por computadora es desde ahora, y de cara al futuro, una de las estrategias más relevantes en el proceso de descubrimiento, desarrollo y diseño de fármacos, ya que acorta los tiempos de investigación y los tiempos en que un compuesto es estudiado hasta el momento en que llega a ser un tratamiento”, indicó el doctor Ruiz Moreno.

Otro capítulo de su tesis demostró que el Boceprevir es capaz de inhibir la replicación del SARS-CoV-2 in vitro y a la fecha ha sido utilizado como molécula líder para el desarrollo de inhibidores más potentes para el tratamiento de la COVID-19.

Este logro lo dedica principalmente a su familia, que siempre lo ha apoyado; a la UNAM, su alma máter, que a través de la Facultad de Química y el Doctorado en Ciencias Biomédicas le dio las bases necesarias para poder llegar hasta aquí; y al doctor Marco Velasco-Velázquez, académico del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la UNAM, quien lo supervisó en su laboratorio y lo impulsó para realizar ciencia de forma internacional.

Gracias a su trabajo de investigación y a la experiencia generada, el University Medical Center Groningen le brindó la posibilidad de realizar una estancia posdoctoral en el Departamento de Genética, donde permanecerá y crecerá profesionalmente por tres años más.

“Quiero seguir aprendiendo en este posdoctorado. Me ayudaría a completar mi formación en el uso de sistemas computacionales para estudiar procesos biológicos, ya que a futuro mis proyectos incluyen la formación de mi propio grupo de investigación. Además, quiero extender el llamado a los estudiantes a prestar atención a las oportunidades que brinda la UNAM, a sus convenios y recursos. Están ahí y son puertas para que muchos miembros de la comunidad puedan acceder y obtengan beneficios para su formación profesional y personal”, concluyó.

Ricardo Ambrosio