Hoy en día, la obesidad, la diabetes y los diferentes grados de desnutrición son las principales enfermedades relacionadas con la mala alimentación, las cuales han aumentado de manera exponencial en los últimos años, advirtió la doctora Elvira Sandoval Bosch, profesora del Departamento de Salud Pública en la Facultad de Medicina de la UNAM.

El no comer de manera adecuada también causa complicaciones en las personas que padecen hipertensión y diabetes, además puede provocar enfermedades renales y del tracto digestivo, ya sea por exceso o por deficiencia.

La experta indicó que los cambios en la alimentación que se han registrado especialmente en este siglo están impactando la salud a nivel mundial, pues el aumento de ingesta de carbohidratos, como las harinas refinadas y los azúcares y, de manera paralela, la disminución en el consumo de frutas y verduras, han alterado el funcionamiento de los organismos.

Lo que estamos viviendo es el resultado de un estilo de vida no saludable, donde la dieta de riesgo favorece el desarrollo  de enfermedades agudas y crónicas, así como complicaciones.

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016 mostró un incremento en los casos de sobrepeso y obesidad, por lo que la especialista consideró que toda persona debe incluir, en la cultura del cuidado de su salud, la consulta al nutriólogo para que le proporcione un plan de alimentación que le permita mantenerse sana. “Desafortunadamente esta actividad preventiva no se da, pero es recomendable que quienes presenten algún trastorno acudan al nutriólogo para que les dé orientación específica”.

Modificar los patrones de consumo, el reto

La doctora Sandoval Bosch señaló que mientras no haya una tarea conjunta entre la sociedad y los responsables de mantener la salud, no se podrán modificar los patrones de alimentación actuales ni controlar los padecimientos relacionados.

“Necesitamos continuar y promover la investigación para conocer más sobre las diferentes enfermedades y poderlas prevenir, hacer alianzas en las que el especialista en Nutriología Clínica y el licenciado en Nutrición sean parte del equipo multidisciplinario en atención de las personas desde el nivel preventivo, curativo o de rehabilitación, según sea el caso”, precisó.

También se requiere hacer equipo con la industria alimentaria para apoyar la reformulación de productos, a fin de que ofrezca a la población alimentos que favorezcan un buen estado de salud, y “por supuesto, considerar de manera importante al paciente que desee hacer los cambios en su estilo de vida para que realmente tenga un tratamiento exitoso”.

Aunque reconoció que los especialistas que egresan cada año son insuficientes para atender los problemas relacionados con la alimentación, manifestó que quienes decidan estudiar esta especialidad deben centrar su atención en las necesidades de los pacientes y no olvidar la parte humana y de servicio.

La Nutriología Clínica es un campo orientado principalmente a la atención de pacientes hospitalizados, en el cual se trata a las personas a partir de los alimentos o de alguna otra forma de nutrición que les permita mantener o mejorar su salud.