Soy alumna de segundo año de la Licenciatura de Médico Cirujano. Cursar esta carrera fue algo que estuve esperando por mucho tiempo, y estar en esta Facultad ha sido muy placentero, pero también muy desafiante.

Desde niña, decidí que quería ser médica. Siempre me ha llamado mucho la atención cómo funciona el cuerpo humano, pues me parece maravilloso; es una máquina perfecta que cada vez me sorprende más conocer.

Aunque el cambio de la preparatoria a la licenciatura fue difícil, tuve que aprender a organizarme y a manejar mis tiempos, pero me llena mucho estudiar Medicina y ha sido una gran experiencia.

Ahora, todos los días descubro cosas que me asombran, me enriquecen y le dan satisfacción a mi vida. Eso me llena de mucha motivación, me entusiasma para seguir estudiando y reafirmar que esto es lo que quiero.

Es muy gratificante y satisfactorio hacer lo que me gusta. Recuerdo que una profesora me aconsejó que, aunque se me dificultara mucho una materia, tenía que poner todo mi empeño para entenderla y aprobarla, porque esta carrera es de retos continuos y así será de aquí en adelante.

Me ilusiona mucho llegar a un hospital, poder interactuar con los pacientes y aplicar todo lo que he estado aprendiendo. Definitivamente me dedicaré a la clínica, porque el contacto con la gente, el conocer su situación personal, su enfermedad y poder ayudarla es mi meta y mi mayor estímulo.

A largo plazo quisiera estudiar una especialidad, puede ser Neurocirugía o Cardiología, pero primero necesito rotar por todas para ver cuál me gusta más.

Camila Vázquez Ramírez