“México no cuenta con un censo de las personas que padecen insuficiencia renal crónica. Sólo el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tiene una cifra aproximada de los derechohabientes (64 mil) que reciben terapias de diálisis y hemodiálisis”, indicó el doctor Francisco Javier Diego Uzeta, director Médico de la Unidad de Nefrología Toluca 2.

Durante el Seminario Permanente de Enfermedades Crónicas no Transmisibles habló sobre el costo de las terapias de sustitución con hemodiálisis. “Por cada persona que las recibe hay otra que no”, señaló tras indicar que un paciente requiere de 12 terapias por mes, las cuales, en unidades subrogadas, tienen un costo de mil 440 pesos cada una.

“Desde 1996 se brindó atención a través de éstas, debido a que las instituciones de salud pública no contaban con la infraestructura necesaria. El aumento del dólar incrementó el costo de los consumibles (filtros, sales ácidas, bicarbonato, anticoagulantes), lo que encareció el servicio, ya que en hospitales públicos cada terapia equivale a 350 pesos”.

No obstante, el doctor Diego Uzeta señaló que los espacios para atender a esta población son insuficientes. “Reportes de del Sistema de Datos Renales de Estados Unidos revelan que la incidencia va en aumento; por cada millón de habitantes hay 421 nuevos casos, lo que nos coloca en el segundo lugar a nivel mundial después de Taiwán”.

Reiteró que, “de elaborarse los insumos en México, el costo de las terapias podría reducirse a 220 pesos, lo que permitiría rentar más maquinas de hemodiálisis”. Asimismo, habló sobre la falta de personal médico especializado: “No sólo se necesitan nefrólogos, también trasplantólogos y patólogos renales, ya que sólo hay 20 en todo el país”.

El IMSS realiza 2 mil 800 trasplantes de riñón al año, “pero debemos considerar que el logro no está en la cantidad, sino en la sobrevida del injerto”.

“La respuesta a este problema de salud es la prevención, ya que más del 80 por ciento de la incidencia de pacientes con insuficiencia renal crónica  se debe a complicaciones de Diabetes Mellitus e Hipertensión Arterial Sistémica”, concluyó.

Valeria Cuatecatl