“Queremos que la gente conviva con el ritual del teatro, que sienta la necesidad de crear espacios de conexión con la ficción”, expresó el actor Federico Tello, a propósito de Rito Molk, espectáculo de la compañía El Club Minivenganzas, que reflexionó en torno al sacrificio y al suicidio, como parte de las actividades que se realizaron en el Palacio de la Escuela de Medicina, en el marco del Día Internacional de los Museos, celebrado el pasado 18 de mayo.

El proyecto escénico (performance) vincula las vivencias de un sacerdote, un soldado y un poeta, quienes se suicidan para ofrecer su vida a Moloch -deidad de origen canaanita, adorada por los fenicios, cartagineses y sirios- y que los romanos identificaban con Saturno, asociado a su vez con el tiempo y el patriarcado.

Mediante proyecciones video gráficas, grabaciones de audio y un par de actores en escena, la obra simula un ritual de autosacrificio, donde se hace partícipes a los espectadores ofreciéndoles pan y vino. “El espacio forma parte del propio ritual”, añadió.

Federico Tello argumentó que el suicidio deriva de una energía ensombrecida. “Quiero dar una voz, un eco a quienes lo necesitan”, aseguró tras señalar que su interés por el tema va más allá de cuestiones personales y espirituales. “Reflexionamos en torno a qué lleva a una persona a quitarse la vida”.

Agregó que, si bien la vida y la muerte tienen sus propios procesos, el suicidio es un ofrecimiento a estas leyes de la naturaleza. “Todos conocemos a muchos poetas y artistas que se suicidaron”, expresó al decir que la obra intenta además sensibilizar en cuanto al tema y el entorno violento.

“En el Día Internacional de los Museos se abordó la interconectividad. Nosotros hablamos de distintos planos todo el tiempo; el suicidio rompe con un espacio para pasar a otro”, concluyó Tello.

Valeria Cuatecatl