Los primeros cinco años en la vida de un niño son fundamentales. Aunque parece un juego, seguir instrucciones, brincar, gatear y armar figuras pueden convertirse en señales que los profesionales de la salud descifran para conocer si el desarrollo físico y mental del infante es el adecuado.

En la Unidad de Investigación en Neurodesarrollo (UIN) del Hospital Infantil de México “Federico Gómez” (HIMFG), pediatras, psicólogos, neurólogos y fisioterapeutas trabajan desde sus disciplinas para lograr un objetivo común: realizar las acciones necesarias para que los niños tengan un desarrollo integral, asegura el doctor Antonio Rizzoli Córdoba, jefe fundador de dicha Unidad y profesor del campo de especialización en Neurología de la Licenciatura en Fisioterapia que imparte la Facultad de Medicina de la UNAM.

Los pasantes de Servicio Social inscritos formalmente en la UIN son fisioterapeutas de nuestra Facultad, y entre las diversas tareas que desempeñan está la aplicación de la prueba de Evaluación de Desarrollo Infantil (EDI), además realizan este tipo de tamizaje en centros de desarrollo infantil y forman parte del programa Te receto un juego, el cual busca “que los pacientes hospitalizados sean vistos como personas, iguales a los profesionales”, explica el doctor Rizzoli Córdoba.

“Cada uno de ellos han aportado mucho a cada uno de los residentes de Pediatría, porque así aprendemos a trabajar en equipo, a crecer juntos y a dejar nuestras diferencias para centrarnos en lo que nos une, que es el bienestar de los niños”, dice el titular de la Unidad, quien resalta la importancia de contar con el apoyo de esta primera generación de pasantes que egresará en julio de 2019. “Sin ellos no se podría realizar toda esta intervención de aprendizaje a través del juego”, reconoce.

En este sentido se pronuncia la terapeuta física Magdalena Ferrusquía Figueroa, coordinadora de Capacitación y de las Prácticas de Profundización de la Licenciatura en Fisioterapia con especialidad en Neurología, quien resalta que se trata de una práctica importante para que los fisioterapeutas “tengan herramientas de evaluación para que posteriormente las apliquen en donde estén y puedan fortalecer el desarrollo de los niños, así como las prácticas de crianza”.

Respecto a la prueba EDI, la especialista detalla que ésta evalúa desde factores de riesgo biológico, señales de alerta, áreas de desarrollo como motricidad gruesa y fina, lenguaje, hasta comportamiento social y su desarrollo neurológico. Bajo la supervisión de Magdalena Ferrusquía, los pasantes practican la aplicación de este tamizaje en niños sanos, si detectan alguna anomalía en el desarrollo emiten recomendaciones para atenderlo y, de ser necesario, colaboran con los pediatras para diseñar un plan médico de acción.

Por ello, luego de cursar algunas materias de la Licenciatura en la Unidad, Sandra Trejo Castillo y Martín Contreras Soto buscaron volver para seguir aprendiendo, ahora como pasantes de Servicio Social. “Hacemos bases de datos, aplicamos la EDI y otras pruebas diagnósticas, colaboramos en las clases de cuarto año de la Licenciatura en Fisioterapia. Me encanta el trato de todas las personas que trabajamos en esta Unidad. Es una experiencia única, no solamente por la parte de las evaluaciones, sino porque también aprendemos de otras áreas de la salud”, asegura Martín Contreras.

Para Sandra Trejo “es una experiencia inigualable, aprendemos sobre lo psicológico, lo motor, lo cognitivo, y tenemos que ver a los niños como un conjunto. Aplicamos pruebas de desarrollo y damos consejería a los papás con base en los resultados que obtenemos en las evaluaciones, este tipo de prácticas es relevante porque nos da conciencia sobre la totalidad de los aspectos de un infante y, entre otras cosas, también sobre la importancia que tiene la influencia del ambiente familiar para su desarrollo”.

Samedi Aguirre