1er lugar
Carta a Lisa
Emir Parra Flores

Llegué a sentirte cual divina aura
que al alma mía iluminó,
Brindaste tan pura calma
como ningún otro amor consiguió.

Y fuiste en mi pensar
con quien planeé una eternidad,
la esperanza de esta cruenta vida,
con quien sentí lo que es amar.

Pero cariño, sabes que consciente soy
de que el deseo de esta vida es dar a todo un cruel final;
el destino lo consigue,
lo que más confiamos llegará a cambiar.

El naufragio de nuestras vidas
conseguirá borrar
memorias de esos tiempos
débiles al perpetuar.

Tu belleza (superficial),
personas mejores que yo cautivará,
que le brinden calma a tu alma, confianza y todo lo que le anhelé brindar.
Personas a quien ames sin razón, sin
lógica, con la fuerza de los mares,
tal y como yo te llegué a amar.

Conoces mis deseos
y sentimientos hacia ti
Hace falta decir nada,
Cuídate lejos de mí.

2do sitio
La vi en la Facultad
Randall Jesús Pérez Arce

La vi de nuevo en la Facultad,
sentí mi pulso acelerado,

otra vez esta anormalidad
y estoy de nuevo sonrojado.

Es extraño este nerviosismo
que no tengo ni en Anatomía,
pero este romanticismo
sí que me llena de alegría.

Pero no sé ni cómo hablarle,
ni si en realidad le agradaría.

La veo y quisiera amarle,
pero esa es una tontería.

La vi de nuevo en la Facultad,
y creo que estoy enamorado,
y presumo con felicidad
que hoy por fin le he hablado.

Es extraño este nerviosismo,
que hasta parece fantasía,
que sea real el romanticismo,
y que estemos en sintonía.

No quiero dejar de hablarle,
pues no sé si hoy sonreiría,
ahora sólo quiero abrazarle
y sentir cómo me amaría.

3er lugar
Dos libertades se unen
Lady Diana Elizarrarás Herrera

Amo cuando nos quitamos el disfraz
y nos desnudamos de los prejuicios
porque sólo así se puede ser capaz
de acariciar hasta el dolor más profundo.

Amo la curiosidad de tu suave tacto,
que aun en la tranquilidad duerme a la quietud y la hace despertar en algo
inexacto, en donde los sentidos fluyen a plenitud.

Sólo entonces las miradas logran
reconocerse, pero los labios se niegan
a pronunciar “te quiero” porque de
pronunciarlo sería una mentira.

Yo no te quiero ni tampoco te tengo.
A decir verdad, tenerte sería imposible
porque ni siquiera se tiene a uno mismo.

Si difícil ya es descubrir un poco del otro,
tenerlo no es posibilidad y quererlo
es capricho.

Lo único que deseo es encontrarnos libres
aun cuando la luz del día nos delate
y que la transparencia de mi ser no se
pierda cuando la oscuridad de la noche nos oculte.