En 2018 se realizaron en nuestro país más de 7 mil 500 trasplantes de órganos o tejidos, según cifras del Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA). Pero para que se pueda hacer un trasplante se necesita de la donación de un órgano o tejido de una persona fallecida, en esta tarea los médicos pasantes de Servicio Social tienen un papel muy importante, asegura su director General, el doctor José Salvador Aburto Morales.

Desde 2012 los estudiantes de la Facultad de Medicina cuentan con la posibilidad de realizar su Servicio Social en programas institucionales de donación de órganos coordinados por el CENATRA.

Una persona que fallece puede convertirse en un donador multiorgánico, salvando la vida de hasta ocho personas. Sin embargo, México es uno de los países en Latinoamérica que realiza el 70 por ciento de trasplante renal proveniente de donaciones en vida, situación en la que se tiene que trabajar de manera importante para revertir esta cifra de donante en vida a fallecido.

Luego de cursar el “Diplomado para la formación de coordinadores hospitalarios de donación”, impartido por el CENATRA, una de la principales funciones que desempeñan los médicos pasantes es la de detectar posibles donantes multiorgánicos de personas fallecidas.

Para la atención del Registro Nacional de Trasplantes de las personas que esperan beneficiarse con esta alternativa terapéutica, se realiza una logística de coordinación para la adecuada detección de posibles donantes multiorgánicos y, con ello, se concrete de manera exitosa la donación, la procuración y el trasplante, en cuyo proceso pueden estar involucradas hasta 100 personas, cada quien colaborando en su ámbito de competencia. “Sin duda para la atención de estos procesos, la participación de los médicos pasantes en las coordinaciones hospitalarias de donación ha fortalecido los programas de diversas instituciones de salud”, resalta el doctor Aburto Morales.

Basta con mirar las cifras reportadas por el Sistema Informático del Registro Nacional de Trasplantes para confirmarlo: en los seis años, la tasa de donación cadavérica pasó de 13 a 21.

El directivo reconoce que este incremento es resultado de la suma de esfuerzos de todas las instituciones de salud del país, la Facultad de Medicina de la UNAM, sociedades médicas, otras universidades, la Fundación Carlos Slim y todos los actores que integran el Subsistema Nacional de Donación y Trasplantes, los cuales son coordinados por el CENATRA y tienen como objetivo contar con un mayor número de profesionales capacitados para incrementar la donación de órganos y tejidos, así como fomentar la cultura de la donación al interior de los hospitales.

En este sentido se manifiesta el doctor Aczel Sánchez Cedillo, coordinador institucional de trasplantes del ISSSTE: “La donación requiere de un compromiso institucional completo y necesitamos que esté en boca de todos, todo el tiempo. Cada vez hay más gente dedicada a esto y gracias a los médicos pasantes aumenta la educación intrahospitalaria. Ya no vemos un programa sin el apoyo de ellos, se han convertido en una parte estratégica”, destaca.

Uno de los profesionales que comenzó a formarse en este programa es el doctor José André Madrigal Bustamante, quien es parte de la primera generación de pasantes y ahora director del Registro Nacional de Trasplantes. “Fue un tema que me llamó la atención y al concluir mi Servicio Social me quedé trabajando como coordinador de donación hospitalario y de ahí no he parado. Fue la mejor decisión que pude haber tomado”, indica.

Cuando inició el programa sólo había 16 plazas, hoy hay 50 espacios para que médicos como Claudia Nayeli Martínez Villalobos y Gabriela Lizeth Rosas Corral se certifiquen como coordinadoras de donación, sean parte de los procesos y realicen una investigación que puede llegar a ser publicada en diferentes revistas indizadas bajo el respaldo del CENATRA.

“Nosotras realizamos un análisis del programa del trasplante renal cruzado de España. En México no existe un esquema como éste con bases estructuradas, aunque sí se ha realizado. Hicimos una valoración de la tecnología para la salud e incluimos una evaluación de efectividad clínica, económica y de factores éticos y sociales para ver si este programa se puede aplicar en nuestro país y tratar de dar una alternativa al trasplante”, relata Claudia Martínez, quien al concluir su Servicio buscará estudiar la especialidad de Cirugía Plástica Reconstructiva, en el área de trasplante de tejidos compuestos.

Luego de prestar su Servicio Social, Gabriela Rosas, quien realizó la investigación junto con Claudia, quiere especializarse en Anestesiología, pues considera que “es una parte fundamental para los pacientes cuando se va a hacer procuración de órganos, ya que cada donador debe tener un manejo específico para que los órganos y tejidos se mantengan de manera óptima”.

El Diplomado que reciben es un requisito de la Ley General de Salud para desempeñarse como coordinador hospitalario de donación. “Hay que ver este Servicio Social como una oportunidad que les va a beneficiar a los médicos pasantes, al Subsistema Nacional de Donación y Trasplantes y a la sociedad”, considera el doctor Aburto Morales.

El doctor José Antonio López Torres lo confirma, pues luego de concluir su participación en el programa, mismo que lo llevó a ganar el Premio al Servicio Social “Doctor Gustavo Baz Prada”, ahora es coordinador de donación de órganos y tejidos del Centro Médico Nacional “20 de Noviembre”.

“Es una oportunidad de desarrollarse en el ámbito médico institucional, estatal y nacional. Fue una buena experiencia que me permitió ver cómo es el programa de donación”, dice Antonio López, quien recalca la importancia de manifestar el deseo de ser donador antes de perder la vida. “Es más fácil cumplir una voluntad que tomar una decisión por un familiar fallecido”, afirma.

“El trabajo que los médicos pasantes hacen es fundamental y es sustantivo para la vida de los mexicanos, todos hacen un buen papel representando a la UNAM y siempre entregan algo además de su trabajo de investigación, dejan vida para las personas que más lo necesitan”, manifiesta el doctor Aburto Morales.

SamediAguirre