Las pandemias siempre generan alteraciones en la estructura política, social y cultural, pues la incertidumbre de enfrentarnos a un virus desconocido genera miedo para la Medicina, la Salud Pública y, a su vez, a las relaciones sociales, sobre todo cuando no hay medicamento o vacuna.

“Antes de esta crisis sanitaria la población ya estaba perdiendo la credibilidad a los sistemas de salud, y puede estar asociado a que no se ha incentivado la inversión en ellos. Por eso hago la reflexión sobre el primer nivel de atención, que se encuentra deshabilitado y olvidado, pues hace tiempo era la primera línea para enfrentar la enfermedad, los brotes, epidemias y pandemias”, explicó el doctor Jesús Santiago Reza Casahonda, jefe de Sección Académica de Vinculación y Trabajo en Comunidad del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina.

La emergencia sanitaria, a su vez, se puede entender como una crisis de salud pública, en la que hay una gran cantidad de muertes simultáneas, o bien, en un corto periodo de tiempo, lo que genera un asombro extraordinario por la periodicidad.

“Es por tanto que la situación actual nos ha demostrado el papel tan importante que juega la Salud Pública, y cómo la hemos enseñado; pienso que ha sido con un valor inferior al real, pues a veces se dice en los pasillos que su tiempo de enseñanza se debería acortar. Es por ello que considero que hay un abandono en las ciencias sociales, así como una segregación, pues pareciera que cada asignatura es una isla, lo que no favorece una construcción de conocimiento conjunto”, mencionó el doctor Reza Casahonda, en el Seminario de Salud Pública, transmitido en Facebook Live de la Facultad.

Por ello, añadió, se debe tener en cuenta el papel que juega la Salud Pública, ya que no está en función de la enfermedad. Está en función de la vida, por lo que se debe modificar la enseñanza.“La contingencia, por tanto, nos ha dejado varios aprendizajes, entre ellos la formación de los médicos generales, es decir, que no se disminuya su calidad en sus habilidades y destrezas, pero que su cultura en la Salud Pública sea amplia, pues es lo que permitirá volver a pertenecer a esa primera línea de atención y no sólo quedarse en la prevención de lo conocido”, detalló el también académico de la Facultad.

Las posibilidades que ofrece esta materia se deben tomar en cuenta, debido a que forman parte de funciones esenciales en la Medicina, puesto que se encamina a sanear, controlar, prevenir, promover, educar y organizar, para así lograr el ideal de una salud colectiva, además de generar un sistema de atención resolutivo.

“Es importante recuperar la teoría-práctica, debemos ser conscientes de que la Medicina no se puede enseñar completamente desde una computadora, es decir, podemos hacer uso de esta herramienta, pero no debemos olvidar una mayor práctica con las poblaciones, pues es ahí donde una gran cantidad de conocimiento se adquiere”, puntualizó el doctor Reza Casahonda.