Desde siempre el espectador ha vinculado al artista con aspectos muy lejanos al común denominador de las personas en general, algo que lo une a su potencia creativa, sin embargo, muchos de estos personajes más que caracterizarse por su genio creativo, su manera tan extraña de actuar los atormentó toda su vida; sobre esto Séneca dijo ‘jamás ha habido un gran talento sin un toque de locura’.

Caravaggio fue uno de los personajes más importantes dentro del arte barroco, se trataba de un individuo con un carácter oscuro y de temperamento violento, se sabe que le quitó la vida a Ranuccio Tomassoni, lo que lo obligó a huir de la pena de muerte. Así, salió de Roma dirigiéndose a Malta y durante su huida se enteró que le fue concedido el perdón papal, por lo que decidió emprender el viaje de regreso en barco, irónicamente, cuando el navío paró en Porto Ercole, fue llevado a la cárcel al ser confundido con otro criminal.

Es constante la representación de él mismo en los papeles más despreciables de las historias que narra en sus obras como en la Decapitación de San Juan Bautista, donde vemos que emana un manantial de sangre del cuello del santo y que con esta sangre firmó su obra, sabiendo que su cabeza tenía precio. Finalmente, su vida culminó de una manera trágica, cuando el navío en el que se dirigía a Roma zarpó con todas sus posesiones dejándolo atrás y se cree que vagabundeó con fuertes fiebres hasta que murió, aunque no se cuenta con un registro certero”, señaló la maestra Nuria Galland, responsable de Servicios Pedagógicos y Contenidos Académicos del Palacio de la Escuela de Medicina.

Durante el curso-taller de Historia del Arte, transmitido por Facebook Live de la Facultad de Medicina, la especialista destacó que aunque Agostino Tassi no trascendió como pintor, sí tuvo grandes contribuciones a la pintura del barroco al ser pionero del paisaje al aire libre, hecho que cambió radicalmente la forma de pintar y que influenció fuertemente al género paisajista del barroco, sin embargo, su nombre pasó a la historia debido a un acontecimiento despreciable, siendo acusado de violar a la joven Artemisia de 15 años de edad, alumna e hija de uno de sus amigos, Horacio Gentileschi.

“Artemisia Gentileschi fue la más afectada del escándalo con Agostino Tassi, le quitaron la oportunidad de llevar una vida normal y de ser una mujer respetable; esta tragedia le brindó la oportunidad de volverse una artista independiente y libre de cualquier virtud, se pudo dedicar con plena autonomía a su oficio, haciéndolo magistralmente; la obra Judith y Holofrenes se entiende como el coraje que ella misma sentía por Agustino, donde se identifica que el rostro de este pintor pudo haber inspirado el de Holofrenes”, apuntó.

Otra de las grandes controversias de la época fue el pecado nefando o sodomía, si bien este término engloba una gama de prácticas sexuales, en este caso cabe destacar que la homosexualidad por ley y religión era sancionada, aunque en la Florencia humanista había una clara laxitud hacia estas preferencias.

“En ocasiones los maestros recibían a jóvenes para su formación como pintores, en una especie de adopción y gracias a un acuerdo con sus padres; es así como hacia 1490, Gian Giacomo Caprotti da Oreno, apodado ‘Salai’, que significa ‘diablillo’, ingresó a los 10 años a la tutela de Leonardo; se sabe que entre ellos había un vínculo muy cercano y que su relación perduró por más de 26 años”, concluyó la maestra Galland.

Victor Rubio