Una úlcera por presión se desarrolla cuando se bloquea el paso de la sangre a un área determinada del cuerpo debido a una presión constante y prolongada. En consecuencia, esa área comienza a morir, dejando un cráter abierto, o úlcera en la piel. A esta enfermedad, cotidianamente se le conoce como “llagas en la piel”, aunque no es el nombre correcto.

“En Dermatología, el término ‘llagas’ casi no lo usamos, optamos por decir ‘aftas’ cuando hay célula mucosa, que es una lesión ulcerada; úlceras, que es una pérdida de continuidad en el tejido; fisuras, cuando esta pérdida de continuidad es ideal/irreal; y escoriaciones en la piel, cuando es muy superficial y apenas una capa de piel se perdió. Esta es la clasificación por lesiones elementales”, explicó la doctora Rosa María Ponce Olivera, académica de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Estos síndromes, como se les conoce médicamente, tienen diversas causas, por ejemplo, las úlceras pueden producirse por dermatitis, traumatismo, fricción, micosis o un hongo.

Sin embargo, “cotidianamente cuando la gente dice ‘tengo llagas en la piel’, hace referencia a úlceras en las extremidades causadas por un trastorno circulatorio, heridas llamadas venosas o escaras de decúbito, producidas, por ejemplo, por el reposo excesivo de un paciente crónico hospitalizado que use pañal”, indicó la doctora Ponce Olivera.

Para tratar este mal, se recomienda ir a un especialista, un dermatólogo o un infectólogo, pero, si no hay posibilidad, un médico general o una enfermera con habilidad en la curación de heridas lo pueden tratar.

El procedimiento comienza con la limpieza, en la zona afectada, usando diferentes antisépticos; después, es recomendable tomar un antibiótico tópico como mupirocina, ácido fusídico o neomicina.

“Si la herida y su solución de continuidad es muy profunda, es necesario que se granule o se rellene la piel, los cicatrizantes sirven para orificios profundos. En casos más complejos se les trata con parches hidrocoloides especiales, gasas, membranas diferentes o aparatos de vacío”, detalló la especialista.

Asimismo, recomendó a las personas con alguna comorbilidad y con poca movilidad prestar atención a los cambios de su piel, pues son más propensas a adquirir alguno de estos síndromes.

“Estas enfermedades se dan por un estado de sedentarismo, si es diabético y obeso, un adulto mayor, un abandonado social, o tiene alguna enfermedad, un accidente cerebrovascular o cerebral y debe permanecer en la cama todo el día, puede presentar alguna de las enfermedades anteriores”, indicó la doctora Ponce Olivera.

Finalmente, la especialista recomendó que ante los primeros síntomas se acuda con un médico o un especialista. “En este tipo de heridas las personas suelen aplicar remedios naturales y caseros que sólo sobre infectan la herida y contrarrestan el tratamiento”, señaló.

Eric Ramírez