La pandemia por COVID-19 y el distanciamiento físico como medida para resguardar la salud de los trabajadores provocó que muchas empresas a nivel mundial tuvieran que cambiar sus condiciones laborales y adaptarse a nuevas formas de organización del trabajo.

            “En México miles de personas han perdido el trabajo, porque las empresas y centros laborales ya no tienen la capacidad económica para poder continuar, por lo tanto, mucha gente ha tenido la necesidad de salir a laborar a pesar del riesgo de contagio”, explicó el doctor Rodolfo Nava Hernández, coordinador de Salud en el Trabajo de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Las alternativas que se tenían para generar ingresos eran laborar en actividades esenciales o trabajar desde casa, lo cual ha sido bueno para la economía del país, pero también ha propiciado problemas de salud física, mental y social en los trabajadores, apuntó el especialista durante su plática “La vida laboral en tiempos de COVID-19”, transmitida por Facebook Live de la Facultad.

Asimismo, mencionó que en las ofertas de empleo desde casa se pide tener una buena computadora con webcam, audífonos con micrófono, teléfono celular e Internet, así como un espacio libre de ruido y distracciones, obligando a las personas a conseguir todos los equipos por su cuenta y convertir su casa en su puesto de trabajo.

Gran parte de los hogares se han transformado en el centro laboral de los empleados, esto ha provocado interferencia de la familia con el empleo y dificultad para poner límites entre las actividades del hogar y el trabajo: “Algo que muchos están viviendo es una falta de respeto de los horarios de actividades por parte de los empleadores, en ocasiones se alargan las jornadas laborales y generan una sobrecarga de trabajo e irritabilidad que puede derivar en conflictos intrafamiliares”, comentó el doctor Nava Hernández al señalar que las mujeres que trabajan  tienen mayor cantidad de tareas si son las encargadas del cuidado del hogar y de los niños.

Las empresas se pueden ver beneficiadas por esta situación al reducir sus costos de operación, razón por la que gran parte de las compañías están tratando de reformar sus políticas laborales para continuar con el modelo de trabajo en casa o un modelo híbrido, incluso cuando haya pasado la contingencia sanitaria. Otras empresas han decidido hacer sus ventas por Internet y evitar abrir sus puertas, lo que ha llevado a una gran cantidad de desempleo, indicó el doctor Nava Hernández.

Es importante tomar en cuenta que el trabajo en casa está generando problemas en la salud, como agotamiento, fatiga crónica, alteraciones musculoesqueléticas, colitis nerviosa, gastritis, obesidad e incluso COVID-19 en caso de que viva gente infectada en el mismo hogar, alertó el especialista.

             Para concluir, el doctor Nava Hernández mencionó que es indispensable la creación de una nueva legislación laboral acorde a las nuevas condiciones del empleo en casa, especificando que este tipo de actividad laboral  debe ser voluntario por parte del trabajador y obligue a las empresas a dotar al empleado del mobiliario y equipo necesario para desarrollar las labores; el pago al trabajador de una cantidad equivalente al alquiler de una oficina, el derecho a desconectarse después de la jornada y el reconocimiento de accidentes y enfermedades de trabajo adquiridas en ejercicio o con motivo del trabajo en casa. Es indispensable siempre considerar lo que establece la Organización Internacional del Trabajo: promover en todas las actividades laborales el trabajo seguro, saludable y digno.

Axel Torres