#TalentoFacMed

El Jiu Jitsu, considerado por algunos como la madre de las artes marciales, ha ganado adeptos como deporte de combate y sistema de defensa personal debido a que utiliza llaves y sumisiones en lugar de golpes. En él, Karina Castro Martínez, egresada de la Licenciatura en Ciencia Forense (LCF), ha encontrado una actividad que pone a prueba tanto el cuerpo como la mente, al mismo tiempo que lleva al máximo su espíritu competitivo.

En 2015, la Facultad de Medicina invitó al profesor Fabián Sánchez a impartir un taller de defensa personal en la LCF. Ahí fue donde todo comenzó para Karina, quien, sin conocer nada en torno a artes marciales, aprendió las bases y halló su más grande pasión. Tiempo después, al concluir la carrera, se unió a la academia Bujutsu para practicar Jiu Jitsu y Muay Thai.

“Mientras entreno, disminuye cualquier factor de estrés que pueda tener en la vida diaria. Detrás de ti cuentas con un equipo que te recuerda que lo más importante es divertirse, estar presente, confiar en ti y esforzarte en cada combate”, asegura la científica forense, quien destaca que se trata de una disciplina que cualquier persona puede practicar; la clave radica en el deseo constante por aprender, intentar y mejorar, sin importar la poca o mucha experiencia que se tenga.

A Karina le gusta mucho la adrenalina que trae consigo competir. De hecho, cada año procura participar en todos los torneos de Jiu Jitsu que se organizan en la Ciudad de México y, cuando es posible, ir a otros estados. Sin embargo, su aventura más grande la vivió en 2019, pues viajó a Uruguay para representar a nuestro país en el Campeonato Panamericano. Con mucha tenacidad por delante y contra todo pronóstico, se colgó una medalla de bronce en favor de la delegación mexicana. “El deporte en sí es brasileño, entonces la favorita era la contrincante de Brasil. Fue satisfactorio ver a México y Colombia en el podio, dos países que nadie esperaba que ganaran. Los nervios fueron aumentando, pero aun así siempre se sintió el apoyo del equipo, aunque fuera por mensaje”, relató.

Sus objetivos apuntan hacia dos direcciones. En las artes marciales, pretende seguir aprendiendo, compitiendo y compartiendo su conocimiento durante el resto de su vida. Mientras tanto, en el área forense desea realizar una maestría en Antropología y desarrollarse en el sector de búsqueda e identificación de personas. Este año hará todo por conseguirlo.

Guillermo Navarro