Retos, propuestas y trabajo del Departamento de Bioquímica durante la pandemia
Dr. Federico Martínez Montes
Jefe del Departamento
La pandemia por COVID-19 generó un cambio importante en las actividades de nuestro país y en particular en la Universidad Nacional Autónoma de México. En el Departamento de Bioquímica se tuvieron que implementar acciones en el aspecto administrativo, docente y en investigación.
Estas intervenciones se tuvieron que complementar con los cambios físicos que tiene el Departamento ubicado en el Edificio D, dado que el proyecto de remodelación arquitectónica está actualmente en curso, lo que incluye cambios sustanciales en los laboratorios, ya que durante el periodo en el cual se realiza la obra, los laboratorios se tienen que vaciar, por lo que las actividades científicas se han suspendido, retrasando el desarrollo de los proyectos de investigación, así como el avance en las tesis de los alumnos, tanto de licenciatura como de posgrado. Como se puede apreciar, el proyecto de remodelación se complicó con la pandemia de COVID-19.
Una de las primeras acciones que se implementaron a nivel administrativo fue el seguimiento de los laboratorios del Departamento, ubicados en cuatro pisos de la Torre de Investigación y el primer piso del Edificio D. Las decisiones se fueron tomando de manera coordinada con la administración del Departamento y de la Torre, ya que, aunque hay espacios que ocupan nuestros profesores en esta última, tiene una administración distinta a la del Edificio D.
Al personal de base de dicho edificio se le solicitó que mantuviera el máximo cuidado en sus labores y se le proporcionó material para mantener desinfectadas las áreas asignadas. Con bastante eficiencia, el licenciado Farfán, Jefe de la Unidad Administrativa del Departamento, consiguió cloro, gel desinfectante y cubrebocas, para facilitarlo al personal de intendencia y académicos. El aseo de los laboratorios y de los baños se hizo de manera constante, manteniendo los señalamientos de seguridad.
De acuerdo con los lineamientos que se nos hicieron llegar, en la entrada de los laboratorios y del Departamento se colocó gel desinfectante en los dispensadores y jergas con cloro, con el propósito de que el personal, incluyendo visitantes y proveedores, limpiaran la suela de sus zapatos y así disminuir la posibilidad de contagios. En todo momento se mantuvo contacto con las autoridades para atender las indicaciones que se establecieran, a fin de evitar el posible contagio de los trabajadores.
En la parte académica, se hizo un llamado a los profesores para evitar contagios y se les informó, a través de varios medios, las indicaciones que tanto las autoridades de la Secretaría de Salud como de la propia Universidad habían establecido para mantener a la población en condiciones de salud y con la menor exposición a posibles contagios. Las autoridades de la Facultad iniciaron una serie de reuniones con los Jefes de Departamento para informar sobre el avance de la enfermedad y los posibles escenarios que se podrían presentar, incluso mucho antes de lo que había previsto la Secretaría de Salud.
Es necesario resaltar que estas acciones preventivas fueron fundamentales para resguardar al personal de posibles contagios, y es muestra del interés y capacidad de respuesta de nuestras autoridades ante una pandemia como la que nos azota actualmente. Algunas acciones que tomaron nuestras autoridades fueron ejemplo para otras instituciones de educación superior del país, incluso para la misma Secretaría de Salud y otras dependencias de gobierno.
Con estas indicaciones se procedió a informar a los profesores que, como medida precautoria, se suspenderían las clases presenciales y que los cursos continuarían vía remota, por lo que se les solicitaba que a la brevedad establecieran los mecanismos para la evaluación de sus alumnos. Esto generó algunos contratiempos, pero los coordinadores de Enseñanza y de Evaluación no sólo estuvieron atentos a solucionar las inconformidades de algunos profesores, sino que incluso contribuyeron en la solución de problemas con los alumnos para tratar de sacar con éxito los cursos de “Bioquímica y Biología Molecular”, y de “Inmunología”. La atención a profesores y alumnos se mantuvo las 24 horas del día, los siete días de la semana.
Los exámenes ordinarios y extraordinarios se modificaron, ya que se aplicaban de manera presencial y se pasó a la evaluación en línea, lo que generó también cambios estructurales en la conformación de dichos exámenes. Uno de los principales problemas fue que algunos profesores no habían hecho evaluaciones, pensando en que el curso seguiría de manera presencial. Esto generó que se idearan alternativas, con ayuda de las coordinaciones del Departamento, que permitieran a los profesores implementar opciones eficientes para la evaluación de los alumnos, dado que los cursos estaban en la etapa final. Afortunadamente, gracias al profesionalismo, dedicación y creatividad de nuestros coordinadores de Enseñanza, el curso de “Bioquímica y Biología Molecular”, así como el de “Inmunología”, pudieron concluir sin mayores contratiempos.
Un detalle más fue la emisión de las calificaciones para saber quiénes habían exentado la materia, lo cual generó incertidumbre entre la población estudiantil. Es necesario comentar que la Coordinación de Ciencias Básicas aclaró la forma en que se realizaría esta acción, de tal manera que se pudo difundir entre los profesores y alumnos el método de evaluación, dejando que el proceso fuera transparente y de esta manera evitar inconformidades.
En el terreno de la elaboración de los exámenes, a cargo de la doctora Rebeca Milán Chávez, éstos se tuvieron que estructurar de manera diferente, con el afán de evaluar lo más objetivamente posible el conocimiento de los alumnos. Para ello, los reactivos se enfocaron a aspectos de raciocinio y no de memoria, de tal suerte que los respondieran reflejando el grado de integración del conocimiento. Se complementó esta estrategia con el tiempo asignado a cada examen, el cual pasó de una hora y media a una hora, con el mismo contenido de reactivos. Esto no fue fácil de implementar, sin embargo, se hizo un estudio con base en el tiempo de respuesta de alumnos de años anteriores en exámenes ordinarios y extraordinarios presenciales, y se concluyó que no tardaban más de un minuto por reactivo, por lo que se determinó que el tiempo de respuesta sería máximo de un minuto por reactivo.
En el caso del Departamento de Bioquímica, se mantuvo la estructura de los cuerpos colegiados para la elaboración de los exámenes, los cuales se sometieron a la revisión de dos o tres profesores y, finalmente, a la aprobación para su aplicación, tanto de parte de las coordinaciones de Evaluación como de la Jefatura del Departamento.
Algunos alumnos, haciendo valer la Legislación Universitaria, solicitaron la revisión de sus calificaciones obtenidas tanto en los exámenes ordinarios como en los extraordinarios. Todas las solicitudes se atendieron en tiempo y forma, gracias a la labor, por un lado, de las autoridades de la Facultad y, por otro, de los profesores que gentilmente ayudaron en esta tarea. Gracias a la buena disposición de los académicos, las solicitudes se resolvieron sin mayores contratiempos.
Otro punto interesante que se reflexionó fue acerca de las prácticas de laboratorio de la materia de “Bioquímica y Biología Molecular”, las cuales se realizan de manera presencial como “prácticas húmedas”. Bajo las nuevas circunstancias y viendo que a futuro sería casi imposible regresar a estas actividades de manera presencial, se inició la transformación de las prácticas de laboratorio a las denominadas “prácticas secas” y su aplicación será en línea. Se ha trabajado en ellas para mantener el objetivo del aprendizaje, en donde la participación de los alumnos deberá ser activa, lo que les permitirá mejorar y reforzar sus conocimientos en la materia.
Para las actividades de investigación también hubo modificaciones. Una vez determinada la suspensión de labores, se procedió a dar todas las facilidades a los profesores para asegurar que sus proyectos no se vieran afectados, principalmente para aquellos que en sus protocolos usaban animales de experimentación o células en cultivo que requirieran un cuidado constante. Para el bioterio y el cuidado de las cepas animales que están bajo experimentación y que requieren mantener la cepa o cepas se designó a una persona que asiste regularmente a revisar y mantener a los animales en condiciones adecuadas, evitando que el material biológico se pueda perder y, con eso, el tiempo empleado por los investigadores en sus protocolos de investigación. Estas acciones han permitido que los animales de experimentación se hayan mantenido, hasta el momento, sin contratiempos.
Una de las acciones que se tomó fue la elaboración de un cuestionario sobre actividades científicas, de docencia, difusión, asesoría y clases, entre otras, el cual se solicita llenar a los profesores cada semana. Las preguntas se han ido adecuando a las etapas en que se encuentran las actividades, tales como preguntas sobre el tipo de plataforma que usarán para dar clases o qué tanto conocen de ciertos instrumentos digitales, entre otras.
La doctora Virginia Sánchez Meza propuso una serie de cursos que ella misma coordina y parte de la población de docentes se ha inscrito. Con su ayuda y la de los coordinadores de Enseñanza y Evaluación, se subió material de apoyo para los profesores en la página del Departamento y, de manera constante, se les invita a tomar los cursos que requieran para enfrentar de manera exitosa la impartición de clases virtuales.
De igual manera, la doctora Sánchez Meza, complementario a los cursos que ella imparte, ha iniciado una serie de tutorías en donde los profesores pueden aclarar dudas. Esto ha sido una fortaleza, pues existe la amistad de ser colegas que hemos trabajado juntos durante varios años y el compañerismo favorece una comunicación más abierta. Esto no limita a los profesores para que opten por otras alternativas de aprendizaje, como son las mismas que la propia Facultad ha propuesto en MediTIC, o la UNAM a través de la CUAIEED y otras instancias.
Los logros alcanzados y expuestos en este texto no se pudieron haber realizado sin la conformación de un equipo decidido a salir adelante, buscando constantemente nuevas alternativas en el terreno educativo en beneficio de la comunidad universitaria, con el único objetivo de seguir manteniendo la calidad de la educación y el fortalecimiento del quehacer académico al que, como universitarios, todos estamos llamados.
¿Qué retos nos quedan a futuro? Impulsar el conocimiento de las herramientas virtuales en nuestros profesores y seguir dándoles apoyo en su formación digital durante el tiempo que se requiera. Estimular y hacer ver a nuestros alumnos el valor de la ética como un requisito necesario, no tan sólo en la vida estudiantil, sino en la vida profesional. Finalmente, todos debemos entender que bajo circunstancias como las que hoy nos preocupan, debe ser momento de reflexión para seguir adelante, ayudarnos y mantener la unidad en beneficio de nosotros mismos y de nuestra comunidad, ya que unidos seremos más fuertes ante cualquier adversidad, por dura que ésta sea.
Coordinaciones de Enseñanza y de Evaluación de Inmunología
M. en C. J. Marvin Rivera Jiménez, Med. Cir. Isaac Abraham Vásquez Bochm
La pandemia de COVID-19 nos tomó por sorpresa cerca del final del curso, la disposición de suspender las actividades presenciales en su totalidad y terminar el resto del ciclo escolar en línea, de manera imprevista, sin tener experiencia en un entorno virtual al 100 por ciento, pero con la necesidad de implementarlo de manera rápida, porque el ciclo escolar debía finalizar y de la mejor manera. La frase “Nos vemos el lunes” no volvió a tener el mismo significado después de ese fin de semana.
Descubrir nuevas limitantes, como la red de Internet, que varía dependiendo de la localidad o del clima, y darte cuenta que los dispositivos necesitan ciertas capacidades de memoria o de software para manejar las aplicaciones necesarias, fueron los primeros retos. Posteriormente, adaptarse a la modalidad virtual, aprender a manejar la cámara web, a hablar con el micrófono prendido y apagarlo para no exhibirse a sí mismo o a las personas que conviven en el mismo lugar. La convivencia social, el sentido de pertenencia, de reconocimiento, de ganas de seguir aprendiendo por parte de los alumnos, también se pueden lograr en un entorno virtual, donde el profesor y las técnicas de enseñanza-aprendizaje tienen un rol fundamental para lograr alcanzar éstos y muchos retos más en los estudiantes de medicina.
Todos habíamos oído hablar sobre la educación en línea o a distancia, pensando “es más cómodo”, “es más rápido”, ¨¿qué tan difícil puede ser?”, con la pandemia nos dimos cuenta que no era como lo imaginábamos. ¿Cómo mantener la atención de más de 30 alumnos en una clase, donde la única interacción que se puede tener es por medio de un dispositivo electrónico? Somos seres sociales por naturaleza, buscamos la convivencia, el intercambio de ideas, y en las aplicaciones digitales encontramos una forma diferente para hacerlo.
El trabajo en equipo ha sido una pieza clave para superar las dificultades a las que nos hemos ido enfrentando, las actividades académicas planeadas por las Coordinaciones tuvieron que ser puestas a discusión y, además, se tuvieron que hacer los ajustes y modificaciones necesarias para que fuera factible realizarlas, aunque algunas, como la Semana de la Inmunología, fueron canceladas debido a lo sorpresivo de la situación. Esta nueva normalidad también nos ayudó a ser más flexibles y creativos para adaptarnos a ella, las circunstancias abrieron la ocasión para actualizar nuestras habilidades docentes y explorar nuevas formas de dar clase. Tuvimos una experiencia totalmente diferente y grata al impartir el 10° Curso “Formación Temprana de Profesores de Inmunología”, que por ser el décimo año consecutivo queríamos que fuera especial y ¡vaya que lo fue!, gracias a la convivencia virtual, en donde la distancia no impidió que se formara una familia con los nuevos instructores de la asignatura.
Ahora nos estamos preparando para comenzar el año con clases en línea; hemos recibido apoyo externo de editoriales que comparten sus libros (de texto o virtuales) a los profesores; nuestra Universidad y nuestra Facultad han generado una gran propuesta de formación y actualización docente, y los compañeros académicos siempre están dispuestos a compartir experiencias, hacer reuniones virtuales o brindar su apoyo en cualquier horario. Dentro de las dificultades que representa esta pandemia, podemos adaptarnos y resistir más fácilmente con la ayuda de otros.
Después de que toda esta agitación pase, nos quedará la tarea de recordar que debemos agradecer todos los días y no dar por sentadas algunas de las cosas más simples y comunes de la vida, como abrazar, respirar el aire fresco o reunirse, porque todo es susceptible al cambio y a terminar.
No porque el gobierno haya sido o sea de una manera, significa que sea correcto. Al comparar su capacidad de respuesta durante la crisis con la de otros países, podemos identificar áreas de oportunidad y mejorar como nación.
En la adversidad, la solidaridad es un valor capaz de garantizar la vida.
Finalmente, el nivel de educación puede convertirse en el mayor bien de un país o en su peor debilidad; como docentes médicos debemos replantearnos el sentido de nuestra profesión y la calidad de nuestro trabajo, porque es muy importante e impacta en la vida misma.
Coordinación de Enseñanza de Bioquímica y Biología Molecular
M. en C. Deyamira Matuz Mares
La situación provocada por la pandemia COVID-19 nos tomó por sorpresa, ya que, a pesar de estar informados del acontecer mundial, siempre pensamos que por la distancia nada nos sucedería. Sin embargo, cuando nos informaron que por la contingencia sanitaria no sería posible acudir a desempeñar nuestras labores académicas dentro de las instalaciones de la Facultad de Medicina por un periodo de tiempo, nunca nos imaginamos que esta situación rebasaría cualquier previsión tomada por las autoridades, tanto universitarias como de salud, y que tendría tales proporciones, aunque se hayan tomado las previsiones para resolver lo que se presentará a corto y mediano plazo. Esto nos ha llevado a ir aprendiendo acciones y procedimientos, que en algunos casos se han modificado sobre la marcha para resolver cada uno de los retos a los que nos enfrentamos día a día.
A pesar de esta situación, es importante señalar que el trabajo coordinado de académicos, administrativos y personal de confianza, así como secretarial, encabezado por nuestro Jefe de Departamento, es lo que nos ha permitido continuar trabajando de forma eficaz y efectiva en esta nueva modalidad a distancia, permitiéndonos seguir atendiendo los trámites académico-administrativos y educativos sin interrupción y de acuerdo con la programación anual establecida.
Es innegable que el pertenecer a nuestra máxima casa de estudios nos permite contar con un mayor número de herramientas tecnológicas y recursos para resolver cada uno de los obstáculos que se presentan por la comunicación a distancia. Pero también es innegable que, como seres humanos, requerimos del contacto físico con las personas de nuestro entorno cotidiano, sobre todo en el caso de los estudiantes, que están acostumbrados al acompañamiento, tanto de sus compañeros como de sus profesores.
En este punto resulta importante señalar la enorme disposición de los profesores, así como de los estudiantes (que laboran como instructores) y los médicos pasantes de Servicio Social para proponer, buscar y adaptar nuevas estrategias de interacción y de trabajo, con la intención de mantener el propósito de nuestra casa de estudios, que es continuar enseñando y aprendiendo para servir a nuestra comunidad y a nuestro país.
Considero que la gran reflexión que nos deja toda esta situación es que, efectivamente, aun con los avances en la tecnología y sobre todo en la comunicación, no estábamos ni estamos preparados para lo que está pasando; sin embargo, siempre tratamos de hacer que las cosas funcionen lo mejor posible a nivel personal, profesional, laboral y académico, con los recursos que tenemos disponibles, porque finalmente somos una comunidad académica acostumbrada a dar lo mejor y resolver en beneficio de nuestra comunidad estudiantil, nuestra Universidad y nuestro país.