Actividades realizadas durante la pandemia de COVID-19 por el Palacio de la Escuela de Medicina

Introducción

En estos tiempos estamos enfrentando, tal vez, la crisis global más grande de nuestra generación. Las decisiones que la gente y los gobiernos tomen, probablemente, den forma al mundo en los años venideros; no solamente a los sistemas de salud, sino también a los sistemas de la economía, la política, la cultura y la vida social. Debemos actuar de manera decisiva y con rapidez, debemos de tomar en cuenta las consecuencias de nuestras acciones a largo plazo y, al decidir nuestras alternativas, debemos de preguntarnos: ¿Qué tipo de mundo queremos para nuestras futuras generaciones? ¿Qué somos capaces de ofrecerles?.

La pandemia pasará, la humanidad sobrevivirá y la mayoría de nosotros seguiremos con vida, pero habitaremos un mundo diferente. Muchas de las medidas de emergencia que tomamos a corto plazo llegarán a ser parte de nuestras vidas. Las decisiones que en tiempos normales podrían tomar años en deliberación se toman en cuestión de horas, las tecnologías inmaduras y hasta peligrosas tienen que evaluarse por los riesgos que suscitan.

Países enteros sirven como conejillos en experimentos sociales de mayor escala. ¿Qué pasa cuando todo el mundo trabaja desde su casa y se comunica a distancia?, ¿qué pasa cuando todas las escuelas y universidades se conectan en línea? En tiempos normales los gobiernos, los sistemas educativos y de la economía nunca estarían de acuerdo en conducir tales experimentos. ¡Pero ahora no estamos en tiempos normales!

El Palacio de la Escuela de Medicina

Con motivo del inicio de la contingencia sanitaria por COVID-19, este recinto dependiente de la Facultad de Medicina de la UNAM cerró sus instalaciones el 17 de marzo de 2020. Por tal razón, autorizados por la Rectoría y la Facultad, se suspendieron todas las actividades académicas, administrativas, eventos culturales, congresos, consejos universitarios, servicios del Museo de la Medicina Mexicana, cenas de graduación, entre otros, que estaban programadas para desarrollarse en el Palacio hasta una fecha indefinida.

Coordinación Ejecutiva

Nuria Díaz San Juan, Lizbeth Abundes Reyes

El distanciamiento social ha sido la medida más efectiva para salvaguardar la salud de la población, sin embargo, han transcurrido meses y las personas viven un riguroso confinamiento. La emergencia sanitaria puso a la vista la dualidad de la humanidad, cuya fragilidad y fortaleza se manifestaron inmediatamente; por un lado, el efecto emocional de afrontar no sólo al virus, sino a una nueva forma de convivir y desenvolverse socialmente y, por el otro, la unidad, la empatía y el esfuerzo conjunto de gobiernos y organizaciones para salir de la coyuntura.

De acuerdo con el Consejo Internacional de Museos (ICOM), el 95 por ciento de los cerca de 60 mil museos existentes en el mundo permanecen cerrados como consecuencia de la pandemia1. El Palacio, caracterizado por adaptarse a lo largo del tiempo a los nuevos escenarios, ha integrado distintas estrategias para continuar con la difusión de sus colecciones, actividades culturales y eventos académicos. El museo físico se ha convertido en un espacio digital donde se interactúa con el espectador de forma virtual, vinculándose con nuevos públicos y fortaleciendo la importancia de la cultura en época de crisis.

Son tiempos de colaborar y se requiere de una actitud abierta para escuchar a los demás, para no dejar a nadie atrás,2 es por ello que la Coordinación Ejecutiva del Palacio mantiene el compromiso de guiar a los agentes de cada departamento del Museo con el fin de utilizar todos sus recursos para el desarrollo de sus labores.

Reorganizar la programación, crear contenido para las actividades artísticas y culturales, continuar con los trabajos de restauración de diversas áreas del inmueble, ajustar la agenda y procedimientos para eventos de carácter privado, dar seguimiento a las colaboraciones con la Facultad de Medicina y gestionar proyectos con los vecinos del Centro Histórico, son algunos ejemplos de los objetivos a corto plazo que se asignaron al equipo, afrontando nuevos retos desde la distancia. El mundo entero se moviliza en tiempo récord para adecuarse a las nuevas circunstancias y el Palacio se destaca, como otras áreas de la UNAM, por su innovación y contenido.

Vamos a vivir una reconversión global de las maneras de producir, exhibir y disfrutar el arte y la cultura3. Heráclito dijo que lo único constante es el cambio, ejemplificando perfectamente nuestro hoy, donde la evolución de la vida misma representa desafíos que devienen de este proceso continuo de transformación.

El Palacio de la Escuela de Medicina no se detiene ante este incesante cambio y renace cada vez, fiel a su misión, como referente en el estudio y conocimiento de la Medicina: la difusión de la cultura, el arte y las ciencias médicas, en beneficio de la sociedad4.

Referencias:

  • 1 Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Cultura y Covid-19: impacto y respuesta, núm. 4. 2020. Recuperado el 24 de julio de 2020, de https://es.unesco.org/sites/default/files/issue_4_es_culture_covid-19_tracker-2.pdf
  • 2 Universidad Nacional Autónoma de México. Cátedra Inés Amor en Gestión Cultural. Cultura UNAM. Para salir de terapia intensiva: estrategias para el sector cultural hacia el futuro. 2020. (p. 98) México: Autor.
  • 3 Jiménez, L. Cultura en tiempos de covid-19: la naturaleza reclamó su reino. Agenda 21 de la Cultura, CGLU. 2020. Recuperado el 25 de julio de 2020, de http://www.agenda21culture.net
  • 4 Palacio de la Escuela de Medicina, Misión y visión. Recuperado el 24 de julio de 2020, de http://pem.facmed.unam.mx

Área Administrativa

Maurilio Cabrera Hernández, Valeria Ibañez Mejía, Jimena Lizeth García González

Se suspendieron todas las actividades y servicios no esenciales en la dependencia con la finalidad de disminuir los contagios de COVID-19 en la sociedad; además de la implementación de medidas sanitarias como el distanciamiento físico para evitar la propagación de la enfermedad. Durante el periodo de la contingencia, en el Palacio de la Escuela de Medicina se han realizado múltiples actividades que se mencionan a continuación.

Se siguió con la labor de resguardo de las instalaciones, así como con la limpieza de las áreas comunes. Para estas actividades se realizó de manera permanente la entrega de material sanitario al personal de vigilancia y auxiliares de intendencia que laboraron en las diferentes jornadas y horarios contractuales de trabajo dentro de las instalaciones. Se considera una de las labores más importantes del Palacio de la Escuela de Medicina cuidar la integridad y salud de todas las personas que laboran en la institución.

Permaneció el trabajo de restauración de las Cárceles de la Perpetua, la sala “Botica Dr. Manuel Esesarte” del siglo XIX y otras áreas del Palacio, considerada una actividad primordial para garantizar un acceso seguro a todas las partes del recinto histórico para la comunidad de la Universidad Nacional Autónoma de México y para el público en general. Esta labor implicó mucho trabajo y esfuerzo por parte del Área Administrativa, los ingenieros encargados de obra, los arquitectos de la empresa contratista y los trabajadores activos del proyecto.

El plan de reestructuración de las Cárceles de la Perpetua consistió en: la consolidación de las columnas perimetrales del patio a través de inyecciones en cimentación y fustes, la sustitución de sillares en mal estado, la consolidación de todos los muros existentes a través de inyecciones, cosido de grietas y remamposteos, la sustitución de las losas existentes por losas con losacero, firme de concreto, vigas metálicas y dalas perimetrales con llaves de cortante de concreto armado, y la sustitución de firmes y pavimentos existentes en planta baja, mejorando los rellenos con tepetate compactado y consolidando con rejunteos y remamposteos las bóvedas presentes en la crujía norte para colocar distintos acabados: concreto pulido, granito flameado, mármol y cantera rosa.

También se integraron muros de tabique con refuerzos de concreto armado en distintas zonas para mejorar la estabilidad de la estructura y por requerimientos del proyecto arquitectónico de aprovechamiento. Se integraron dos escaleras y un cubo de elevador de estructura metálica para mejorar la seguridad y accesibilidad del conjunto.

La etapa de restauración incluyó trabajos de consolidación, relabrados y restauración en todos los elementos de cantera, tratamientos contra parásitos y revitalizantes a elementos de madera originales, consolidación y protección de vestigios de pintura a la cal en distintas zonas de la obra, restauración de rodapiés de cantera y recinto, y reintegración cromática de los vestigios de pintura decorativa en los mismos. También se restauraron distintos elementos metálicos como rejas y barandales de carácter histórico.

Como parte de su adaptación al nuevo uso de biblioteca y museo, se integraron las diversas redes de instalaciones (hidráulica, eléctrica, voz y datos, aire acondicionado y CCTV), así como canceles y puertas de materiales y diseños contemporáneos para garantizar el buen funcionamiento de los espacios y el confort de los usuarios. Este espacio recién restaurado será utilizado para albergar la biblioteca histórica de la Facultad de Medicina, así como un espacio museístico destinado a la difusión de la Inquisición en la Nueva España.

De los trabajos antes señalados, durante el periodo de la contingencia sanitaria, algunos estaban pendientes de concluirse, por lo que fue necesario continuar con los trabajos y concluirlos en su totalidad.

Museo de la Medicina Mexicana

Omar Arroyo Arriaga, Gumersindo Alvarez Cruz, Francisco Cabriales Macías

La UNAM inicia actividades a distancia ante la pandemia del virus SARS-CoV-2 a partir de la semana del 23 al 27 de marzo. Los integrantes del equipo de trabajo de la Dirección del Museo de la Medicina Mexicana nos reunimos a través de plataformas digitales, como correos electrónicos y redes sociales, que fueron utilizadas como medios virtuales de trabajo. La frecuencia de estas reuniones es de tres a seis veces por semana, dependiendo de los objetivos a desarrollar por etapas. Los proyectos están enfocados hacia la apreciación del público en general, que es principalmente la función del Museo.

En éste se exhiben colecciones que replantean métodos museológicos y museográficos. Los sistemas de mobiliario museográfico que hemos utilizado dentro de las salas han sido diseñados de acuerdo con las necesidades de cada especialidad y además son exposiciones permanentes. Se plantearon propuestas para exposiciones de arte contemporáneo, las cuales tuvieron como objetivo principal el diálogo con las colecciones, y ya se han presentado más de 20 con este concepto. Para las exposiciones temporales hemos utilizado mamparas auto-soportables, un sistema de postes y bastidores, otro de taludes y cristales y, además, el colgado en la marimba.

Un cambio significativo que se busca es el de implementar nuevas estrategias comunicativas de interés para el público. Nos encontramos con el dilema de no tener un sistema de mobiliario museográfico que resuelva el montaje de las exposiciones temporales que se presentan en el Museo. Por lo anterior, se plantea el “Rediseño del sistema de mobiliario museográfico que resuelva el montaje de las exposiciones temporales” como actividad inicial, con el objetivo de actualizar y contar con herramientas de difusión para actividades culturales y con ello lograr, como se mencionó, el diálogo con las colecciones.

Se inició la investigación de los diferentes sistemas de montaje para exposiciones disponibles en el mercado para tomarse en consideración, tanto en función como en costos, a fin de obtener una panorámica de modelos y materiales de acuerdo con nuestras necesidades.

Tomando en cuenta las ofertas de los diseños investigados, nos dimos a la tarea de confrontarlos con los sistemas que hemos utilizado en el Museo; empezando a desarrollar propuestas de diseños en bocetos que proporcionen, en sí mismos, diferentes formas, gracias a la movilidad de sus elementos; de igual manera, se consideran los materiales a utilizar. Los bocetos se vectorizaron e incorporaron detalles técnicos, también trabajamos modelos físicos a escala y modelos digitales en 3D para realizar render, a fin de entender su funcionamiento.

Paralelamente al desarrollo descrito, iniciamos el 8 de junio el apoyo a la difusión de actividades del Museo con cápsulas de video para la sección “Dosis del Palacio”. El 27 de julio empezamos la actividad “Diseño de espacio de promoción”, que consiste en diseñar un módulo auto-soportante para la venta de libros, folletos y artículos relacionados con las colecciones del Palacio y del Museo, como playeras, libretas, chamarras, postales, juegos didácticos, bolsas, corbatas y esculturas.

Se realizan investigaciones y evaluaciones de las diferentes formas de venta de productos en los museos del medio que sean atractivas para el consumo del visitante.

Derivado de lo anterior, se dibujaron bocetos de las propuestas de un diseño autónomo que se pueda ubicar en diferentes espacios con protección propia y, a fin de entender su funcionamiento como en los modelos anteriores, se realiza la vectorización para la representación en 3D, render y muestra física. Continuamos con el apoyo a la difusión de actividades del Museo para la sección “Dosis del Palacio”.

Área de Servicios Pedagógicos, Contenidos Académicos y Museografía

Nuria Galland Camacho, Verónica González Illescas, Luisa Matute Brito, Larissa Gus Brito

La crisis sanitaria fue un evento para el que ninguna institución o persona estaba preparada. Se reformularon dinámicas personales y laborales, dando un giro al modus operandi de nuestro día a día. El Área de Servicios Pedagógicos y Contenidos Académicos y el Área de Museografía, al identificar las necesidades de continuar produciendo contenidos museísticos y culturales, sacaron provecho de las redes sociales de la institución. Un ejemplo de esto fue la participación en el proyecto digital internacional llamado “Museum Week 2020” que se realizó del 11 al 17 de mayo de 2020, y la participación dentro del “Rally Virtual 2020” de 101 Museos México, del 15 al 18 de mayo de 2020.

Un museo se podría considerar un organismo vivo cuando los visitantes lo activan con su presencia. Esta crisis sanitaria hizo que se volcara nuestra atención a nuestro público digital. Para ello, las dos áreas mencionadas se mantienen en constante comunicación y apoyo mutuo para así obtener resultados óptimos para el Museo. En este contexto pandémico los lazos se reforzaron significativamente. A continuación se desglosan las actividades primordiales que se realizaron desde el cierre del Museo, el 17 de marzo, a la fecha.

Para generar conciencia de los sucesos acontecidos durante el 2020, se comenzó a desarrollar la exposición temporal “Plagas y epidemias”, la cual se planea presentar en el Museo cuando la crisis sanitaria lo permita.

Uno de los objetivos principales fue continuar con los proyectos del Servicio Social. Las dinámicas se transformaron a un ámbito virtual, pero la participación de los 18 alumnos de diferentes universidades fue proactiva y se modificaron las fechas de entrega para poder culminar los siguientes proyectos al término de su Servicio Social:

  • Proyecto de Huerto Sustentable en el Patio de los Inquisidores
  • Proyecto de Accesibilidad para Personas Ciegas y Sordas
  • Proyecto de Diccionario de Arte y Medicina
  • Proyecto de Mobiliario del Museo
  • Proyecto de Contenidos Infantiles (Juego de Memoria Anatómica)
  • Proyecto de Mantenimiento de las Salas del Museo
  • Proyecto de Mobiliario Complementario para la Exposición Temporal “A Capite Ad Calcem”
  • Proyecto de Folleto Ilustrado del Jardín Botánico del Palacio de la Escuela de Medicina

Otro de nuestros objetivos principales fue continuar generando contenidos de calidad sobre temáticas y piezas concernientes al Museo de la Medicina Mexicana. Se implementó un Curso-taller de Historia del Arte, donde cada lunes se presentan temáticas referentes a la historia del arte, el Palacio de la Inquisición, la Medicina y la Facultad de Medicina. A su vez, se comenzó un proyecto titulado “Dosis del Palacio”, para el cual se realizaron semanalmente cápsulas que se publicaron en las redes del Palacio y la Facultad de Medicina. Los participantes de las cápsulas fueron personas que laboran en todas las áreas del Palacio de la Escuela de Medicina. Se pretende que este proyecto continúe para seguir generando un acercamiento del público a la colección del Museo y los integrantes del mismo. También se inició el proyecto para generar contenidos audiovisuales de los talleres pedagógicos del Museo, buscando acercar las actividades que se tenían dentro del Palacio a los hogares de nuestro público.

Se realizaron diagnósticos de las redes sociales para que se aprovecharan al máximo las plataformas del Museo. Como resultado, se recomendó una transformación de la imagen institucional del Palacio de la Escuela de Medicina, por lo que se rediseñó su logotipo. Se simplificaron formas y se aprovechó la fachada ochavada, emblemática del recinto, para la nueva imagen. Esta crisis sanitaria fomentó el diálogo con instituciones hermanas nacionales e internacionales para participar en nuevos proyectos culturales.

Para mantener activas las dinámicas de estas áreas, se entablaron diálogos con las universidades que tienen convenios de Servicio Social con el Palacio para replantear un programa a distancia del semestre otoño-invierno 2020.

Área de Promoción y Difusión Cultural

Mónica Espinosa Vicens

El año de 2020 inició sin sobresaltos. Arrancó, como cada nuevo año, con nuevos proyectos y nuevas alianzas. Durante los meses de enero y febrero todo fluyó como lo esperado: excitación, adrenalina, juntas en el Palacio y fuera de él, ir y venir, llamadas por teléfono, correos, WhatsApp y mucha prisa por realizar el trabajo con la exactitud de un reloj. Hasta que en el mes de marzo tuve que admitir que la existencia de una pandemia cambiaría el ritmo de mis pasos.

Ante esta amenaza reaccioné, al principio, con resistencia; me costaba mucho cancelar los eventos culturales programados. Intenté encontrar soluciones, pero al final tuve que aceptar, con gran pesar, que los proyectos quedarían truncos. Así de feo como suena. El 17 de marzo nos comunicaron que debíamos dejar el Palacio lo más pronto posible, hasta nuevo aviso. Terminé de coordinar, junto con Fabián López, el diseñador gráfico, los anuncios de cierre que publicaríamos en las redes y guardé en una bolsa del mandado todos los documentos que creí necesarios para trabajar desde casa. Me despedí de los compañeros que seguían en el Palacio y acabé en mi casa, confundida. Yo tenía una vida hecha, un trabajo hecho, una rutina hecha. ¿Qué sería de mí sin todo lo que ya tenía enraizado?

Dos días después regresé al Palacio porque había olvidado un folder con documentos que me hacían falta. Ese fue el pretexto para aferrarme a él, para no dejarlo ir. El tiempo en mi oficina se prolongó más de lo debido porque me puse a arreglar los cajones de mi escritorio, metí mano en mis archiveros para guardar nuevos documentos y reacomodar los que no estaban en su debido lugar, enderecé los libros de mi librero y tallé mis lápices; hasta que caí en la cuenta de que no me quería ir, no me quería desprender del Palacio, me causaba terror no volver a oír el sonido de mis tacones en su piso; tenía un problema de apego grave. Al reconocerlo, entendí que tenía que soltar mi oficina y logré salir de ella cuando tomé la decisión de que, si yo no podía estar en el Palacio, el Palacio se iría conmigo a mi casa.

El confinamiento me permitió dejar atrás mi forma tradicional de trabajar; abandonar mi zona de confort. Un nuevo ciclo se presentaba ante mí y, de un día para otro, salté en dirección de las redes sociales. Ahora tenía prisa por conocer y aprovechar todas las posibilidades que la tecnología me brindaba para seguir en contacto con los visitantes del Palacio, porque tenía una imperiosa necesidad de mantenerme en comunicación con el público.

Las actividades a mi cargo no se detuvieron, se trasladaron a la virtualidad. Era de vital importancia que la oferta cultural no se paralizara. Las “Noches de Museos” se siguieron realizando gracias a la participación y el compromiso de los nueve guías voluntarios que nos han apoyado desde hace años. De un día para otro se convirtieron en guionistas, conductores, maquillistas, vestuaristas, productores y escenógrafos de sus propios videos. Cada uno grabó más de una cápsula en torno al Palacio desde su lugar de confinamiento. Por otro lado, los artistas, como siempre, generosos y emprendedores, desde un principio ofrecieron su trabajo, y juntos sumamos esfuerzos para llenar las redes de arte, de poesía y de vida. La estrecha colaboración a distancia con los guías y los creadores resultó ser toda una experiencia de disciplina colectiva.

La pandemia nos dio la oportunidad de desplegar ideas muy creativas, hallar alternativas y soluciones para que los canales de exhibición y de distribución virtuales diversificaran y multiplicaran el trabajo realizado en conjunto. La labor hecha por Fabián López, en cuanto a diseño, fue crucial. Así nacieron: “El Palacio en un bocado”, “Anatomía pura anatomía”, “Los inquisidores también se tiran línea”, “A puerta abierta. Cuentos del Tribunal de la Santa Inquisición”, “Botica filosófica. Remedios para aliviar el alma” y “El Palacio invita un café con Jesús Petlacalco”, entre otros proyectos.

Esta actividad digital constante nos permitió llegar al público escondido en las redes, el que no puede o no se atreve a ir a un recinto y también a esos usuarios contumaces y profesionales que están esperando, acechando, buscando información. Comprobamos que el mundo virtual rompe barreras sociales, culturales y geográficas, que todos cabemos en Facebook. La tecnología se ha convertido en una herramienta fundamental para la vida en sociedad. Estos tiempos de confinamiento y de virtualidad permitieron que múltiples esfuerzos solidarios dieran vida a una nueva realidad cultural. La crisis sanitaria desatada por la COVID-19 me permitió desapegarme de mi forma tradicional de trabajo. Me vino a dar un aire excepcional.