Aunque las investigaciones han avanzado de manera importante, todavía quedan muchas dudas sobre la pandemia. Para aclararlas e informar a la población de manera veraz y responsable, la Facultad de Medicina de la UNAM organizó la mesa de diálogo “COVID-19 y las respuestas a sus enigmas”, en la que los doctores Rosa María Wong Chew, Jefa de la Subdivisión de Investigación Clínica, y Gustavo Olaiz Fernández, Coordinador General del Centro de Investigaciones en Políticas, Población y Salud, respondieron a diversos cuestionamientos.

Uno de los temas más preocupantes en los últimos meses son las nuevas variantes, en especial la variante “Delta” que tuvo sus orígenes en la India y actualmente se encuentra en más de 70 países. Ante esto, la doctora Wong Chew advirtió que ésta es 60 por ciento más contagiosa y los estudios demuestran que para protegerse se necesitan las dos dosis de la vacuna de Pfizer o AstraZeneca.

Incluso hay países donde han combinado las vacunas de estas dos marcas y se demostró que hubo un incremento de anticuerpos superior, en comparación a si se hubiera puesto de la misma.

En cuanto a los que ya estaban vacunados y se enfermaron con esta nueva variante, la especialista apuntó que en Inglaterra estudiaron 33 mil casos, de los cuales 3 mil sí estaban vacunados, pero sólo con una de las dos dosis, y mil 700 con las dos. “Es muy cierto que las vacunas nos sirven para disminuir el riesgo de infecciones graves y muerte, pero todavía nos podemos infectar. Por lo tanto, hay que seguir utilizando el cubrebocas, la sana distancia y no ir a lugares concurridos, por lo menos mientras haya transmisión comunitaria”, indicó.

Por otro lado, la especialista recomendó no hacer caso a toda la información sin bases científicas que se difunde
de las vacunas, en especial sobre AstraZeneca, de la cual se había dicho que no era efectiva contra el virus; sin embargo, su eficacia en vida real es del 80 por ciento para cualquier tipo de infección y 100 por ciento para enfermedad grave o muerte,
según los reportes de investigadores ingleses en estudios poblacionales. Asimismo, destacó que esta vacuna es una de las más baratas y se produce en India, varias partes de Europa, Estados Unidos y Argentina, lo que facilita su uso en más partes del mundo.

Sobre el regreso a clases de los niños, mencionó que su posición es un punto medio, pues por un lado está la parte emocional, el desarrollo social-cognitivo, la dificultad para aprender en línea, enfermedades como la depresión y demás, que hacen necesario que los más pequeños vuelvan a convivir; pero al hacerlo, puede haber riesgo de contagio por SARS-CoV-2, por lo que las escuelas deben tomar medidas como la ventilación de los salones, aforos máximos de 30 o 50 por ciento y que se abran las escuelas cuando haya una transmisión comunitaria baja.

Al hablar de las secuelas de la enfermedad, mencionó que en la Unidad Temporal COVID-19 del Centro Citibanamex se hizo un seguimiento a 4 mil 500 personas y se encontró que entre el 10 y el 40 por ciento tuvieron síntomas como manifestaciones renales, dermatológicas, caída de cabello, problemas en los riñones, problemas neurológicos, emocionales y respiratorios hasta tres meses después de haber sido dados de alta. “Eso va a ser algo con lo que los médicos del futuro van a tener que lidiar porque es una pandemia que ha afectado a mucha gente”, advirtió la doctora Wong Chew.

Finalmente, invitó a quienes hayan tenido COVID-19 en los últimos 15 días a contestar la encuesta de seguimiento de la Facultad de Medicina con fines académicos. Mayor información escribir a sxposcovid@clinicadeviajero.unam.mx.

En su oportunidad, el doctor Gustavo Olaiz Fernández aclaró que no es verdad que después de la aplicación de la vacuna se cree una energía magnética y que por ello se puedan pegar al sitio de inyección objetos metálicos como cucharas o monedas: “No existe nada científico que nos diga que eso puede suceder, simplemente es una curiosidad que en algunos casos se ha puesto sobre la mesa, pero no tiene ninguna implicación ni para las ventajas, ni para el uso de las vacunas; tampoco nos están monitoreando y no están haciendo ninguna otra cosa, porque eso no se puede hacer todavía”.

El especialista citó una encuesta telefónica realizada por el periódico Reforma en la que se le preguntó a la población si estaba de acuerdo o no en que estemos en semáforo verde en la Ciudad de México, a lo que respondió que aún estamos en riesgo de contagiarnos de COVID-19; además, el 70 por ciento de las personas encuestadas consideró que la evolución de la pandemia es muy rápida: “Aunque es necesario mejorar y avanzar, tener una mejor economía y más apertura, no podemos dejar de cuidarnos, ni siquiera las personas que ya tienen las dos dosis de la vacuna, porque la mayor parte de la población no la tiene”.

Del mismo modo, hizo referencia a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2020, la cual reveló que a noviembre del año pasado uno de cada cuatro mexicanos de más de 18 años ya había tenido o tenía anticuerpos contra COVID-19, lo que representa aproximadamente 25 millones de personas, de las cuales dos terceras partes se declararon asintomáticas, 11 por ciento tuvo pocos síntomas y solamente 20 por ciento tuvo síntomas más graves, lo cual es diferente a lo que se ha visto en el resto del mundo.

El doctor Olaiz Fernández indicó que con los altos picos de contagios registrados en diversos meses y con lo que se lleva de población vacunada, para enero de este año aproximadamente el 70 por ciento de la población ya tendría anticuerpos contra el virus SARS-CoV-2: “Esto quiere decir que estábamos relativamente cerca de la inmunidad de rebaño o la inmunidad comunitaria, aunque no creo que exista para este virus”.

En cuanto a la apertura de las escuelas, reconoció que es algo complicado, pues “los niños requieren mayor tiempo de estimulación, estamos en una etapa en la que ya llevan por lo menos un año en el que no han tenido contacto con otros; estamos terminando el ciclo escolar, entonces no necesariamente es el mejor momento para hacer la apertura. Personalmente creo que cualquiera de las dos medidas va a ser altamente criticada; por un lado, si se abren las escuelas lo más seguro es que haya casos positivos de la enfermedad (como ya se ha visto), y si no se abren entonces los niños están encerrados y tienen problemas de salud mental. No hay forma de ganar en esta situación, lo ideal es hacer el regreso a las escuelas con el mayor de los cuidados, manteniendo todas las medidas sanitarias para los niños, pero aun así se espera que existan casos de la enfermedad”, señaló.

Por otro lado, indicó que al enfocar el programa de vacunación en los grupos de mayor riesgo, disminuirá la morbi-mortalidad en éstos, no obstante, los casos más graves se presentarán en los grupos más jóvenes porque no están vacunados. Además, mencionó que el país está lejos de tener vacunada a toda la población de más de
60 años, pues la mayoría de los vacunados se encuentran en ciudades grandes, por lo que es importante que no bajen la guardia aquellos que viven fuera de las metrópolis.

Eric Ramírez y Janet Aguilar