Para recordar su obra, aportes en la enseñanza, la asistencia y la investigación en salud mental, El Colegio Nacional organizó el homenaje virtual “A 100 años del natalicio del doctor Ramón de la Fuente”, coordinado por la doctora María Elena Medina-Mora Icaza.

En su intervención, el doctor Germán Fajardo Dolci, Director de la Facultad de Medicina de la UNAM, afirmó que “revisar la biografía del doctor De la Fuente es admirar a este mexicano y universitario de excepción dedicado a la medicina, a la psiquiatría, a la docencia y a la investigación; un reconocido humanista con gran vocación de servicio. Sus contribuciones, su liderazgo, su visión, su obra y legado deben ser fuente de inspiración y respeto para todos nosotros, especialmente para las nuevas generaciones”.

Asimismo, recordó que recibió innumerables reconocimientos, como la condecoración “Eduardo Liceaga” del Consejo de Salubridad General; la medalla “Doctor Gustavo Baz Prada” de la Sociedad Médica de México; la presea “Simón Bolívar” de la American Psychiatric Association; y el “Reconocimiento al Mérito Médico”, otorgado por la Presidencia de la República por “sus aportaciones invaluables a la investigación científica en el campo de la medicina y su labor en la creación de un México con instituciones de salud más sólidas”, entre otros.

“La mejor forma de describir al doctor Ramón de la Fuente es como lo hizo el doctor Jesús Kumate: ‘los amigos y colaboradores en trabajos académicos o en la función pública en los últimos 50 años lo recordamos como distinguido, sin ser solemne; sencillo, cordial, sin familiaridades; con un sentido agudo del humor, sin ironías hirientes; elocuente, sin adornos culteranos; parco al hablar, contundente al opinar; moderado en la alabanza, generoso al recomendar; sereno en el juicio, sabio en el consejo; firme a sus convicciones, respetuoso de todas las creencias; hombre de principios, no de partidos; nunca alabó al poderoso en turno y jamás escuchamos de él un comentario mezquino o malicioso”, destacó el doctor Fajardo Dolci.

Por otro lado, la doctora María Elena Medina-Mora Icaza, Directora de la Facultad de Psicología de la UNAM y miembro de El Colegio Nacional, habló de las investigaciones y experimentos del homenajeado en conjunto con la Organización Mundial de la Salud, su papel como funcionario público, y las innovaciones en las formas de educar y atender al paciente. Por otro lado, resaltó que introdujo los enfoques de la biología, la psicología y la sociedad en los estudios de la salud mental, así como su temprana visión de una medicina de prevención y detección temprana.

“Cabe hacer mención que cuando él empieza a hablar de estas cosas, la salud pública en México tenía un concepto salubrista, es decir, no tenía esta perspectiva tan amplia que hoy la caracteriza. También hablaba de la integración de las disciplinas que se encargaban de estudiar estos aspectos y de la genética como un hecho establecido que se expresa en cada una de nuestras células nerviosas y su influencia sobre el individuo; es decir, nuestros genes nos determinan, pero también es un hecho establecido que la experiencia y la educación en el curso de la vida nos individualizan mediante la afinación del patrón de conexiones neurales subyacentes a la función del cerebro”, indicó.

“El doctor Ramón de la Fuente Muñiz decía que ‘los problemas (de la salud mental) no son del todo comprensibles si no se examinan en términos de la relación del hombre con el ambiente. El ambiente es nuestro entorno: el paisaje que nos troquela, el aire que respiramos, los alimentos que ingerimos, el medio rural o urbano, las condiciones de nuestra vivienda y nuestro ámbito de trabajo, y también la vida en familia, la sociedad, la cultura a la que pertenecemos, es decir, las circunstancias naturales y psicosociales en las que se desenvuelven y transcurren nuestras vidas’”, recordó la doctora Medina-Mora.

De igual manera, el doctor Adolfo Martínez Palomo, Profesor Emérito del Centro de Investigaciones y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, resaltó que en los años setenta, de la mano del doctor De la Fuente, la psiquiatría tuvo un cambio basado en la dosis de humanismo, técnica del empirismo y ciencia fundamentada en investigación.

“Podemos afirmar que Ramón de la Fuente hizo progresar la medicina en nuestro país al conservar al humanismo como parte fundamental del aprendizaje del médico y al actualizar a la psiquiatría a través del ejercicio ejemplar de su magisterio”, manifestó el también miembro de El Colegio Nacional al recordar que uno de los empeños mayores del homenajeado fue lograr que los estudiantes de la Facultad de Medicina de la UNAM recibieran una formación humanista.

Por su parte, el doctor Eduardo Madrigal de León, Director General del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”, aseguró que “al doctor De la Fuente le debemos el impulso fundamental de ser el modernizador de la psiquiatría en México; el haber ampliado, al terreno de la biología y la evolución, el concepto canónico de las humanidades; el calificativo de humanismo, en donde aparece que lo esencial es anteponer los valores de la vida humana a otros y se reconoce que todos los hombres son igualmente dignos, perfectibles y poseedores de las mismas potencialidades. Como maestro, como clínico y como constructor de instituciones siempre permeó e intento penetrar en toda nuestra formación el humanismo para enfrentar el estigma de su manera más eficaz”.

Finalmente, recordó que entre sus aportes al país están la modernización de la psiquiatría mexicana; la evolución del estudio y el tratamiento de las enfermedades mentales; la creación de instituciones para el estudio y la solución de las enfermedades mentales; la formación de recursos humanos especializados; la introducción de la psicología médica en los programas de estudio; la creación de ejes en el pensamiento sistemático; una concepción del ser humano; la visión multidisciplinar de la salud; así como impregnar de humanismo, filosofía, conceptos y valores todas las áreas de estudio.

Eric Ramírez

*Foto principal cortesía de: D. R. © El Colegio Nacional, Luis González Obregón 23, Ciudad de México, 1994. Fotógrafa: Mariana Yampolsky. Colección de El Colegio Nacional.