#ResilienciaEnPandemia

Angélica Rosendo Olivares, alumna de la Licenciatura en Ciencia Forense, considera que la forma más saludable de afrontar los cambios acontecidos a raíz de la pandemia es la adaptación: “Adaptar la rutina que teníamos a esta nueva normalidad nos ayuda a seguir desarrollándonos como personas; no significa dejar de hacer las cosas que nos gustaban, sino más bien hacer una transformación en la aplicación de éstas”.

“Asimismo, dedicar un tiempo a nuestra salud mental es de gran importancia en estos días, si canalizamos de forma positiva aquellas emociones dañinas que no teníamos antes de la pandemia podremos sobrellevar mejor esta situación. Considero que también se debe de ver la manera de realizar actividades culturales que desincentiven la deserción educativa, desde el nivel más básico hasta el superior”, afirma.

La estudiante piensa que la solidaridad es un valor imprescindible en estos tiempos, “mis compañeros y ahora amigos de la licenciatura son un ejemplo de que a pesar de no conocer completamente a la persona, se le puede ayudar sin algún interés ajeno; otro valor que nos ayudaría a superar la situación es la empatía, ya que profesores y alumnado vivimos situaciones diferentes y tan parecidas al mismo tiempo, que esos dos valores podrían ayudar a sobrellevar esta situación y dejar a un lado el sentido de competencia que se había estado implementando hasta antes de la pandemia”.

Asegura que “afortunadamente me han tocado profesores que nos motivan día con día; los temas abordados en cada clase son completamente de mi interés, por lo que a pesar de no tener la experiencia completa de lo que es la Universidad, ellos nos han motivado mucho a seguir adelante. Pero sin duda alguna, mi familia cumple la función más importante en mi formación académica, pues me han apoyado y respetado en cada decisión que he tomado tanto personal como académicamente, y pese a lo difícil que ha sido sobrellevar todo con esta pandemia ellos han estado siempre conmigo.

Para adaptarse a la pandemia reconoce que fue un proceso largo y a veces complicado: “Definitivamente las clases presenciales son mucho más amenas que en línea, pues pese a que estoy en la comodidad de mi hogar no falta el día en que se va la electricidad o el Internet empieza a fallar y representa un inconveniente para el aprendizaje. En el ámbito personal también me fue difícil, pues una medida implementada fue el distanciamiento social y al ser yo una persona que disfruta de la compañía, al principio se me complicó, sin embargo, acepté la situación que estábamos pasando y me acoplé a las normas de salud que se estaban aplicando, asimismo, pude innovar la forma de estar en contacto con mis amigos y familiares a través de videollamadas”.

Para quitar los sentimientos negativos o de estrés, Angélica ha dedicado tiempo para conocerse a sí misma con diferentes actividades y una de las que más le ha gustado es pintar con acuarelas, pues pasa un momento agradable haciéndolo. “También ir a correr por las mañanas o tardes me despeja mucho de los sentimientos negativos y me causa mucha satisfacción cuando corro un kilómetro más que antes; asimismo, he descubierto una nueva actividad gracias a mis profesores de Entomología Forense que es el montaje de insectos, empezó como una tarea práctica que dejaron un día pero con el tiempo me fue gustando cada vez más, quizá sea un poco rara, pero la verdad es que es muy entretenido”.

Al reflexionar sobre si la situación mejorará, la alumna considera que sí, pero “se necesita de la cooperación de la sociedad para que esto se pueda concretar, aunque también pienso que nunca volveremos a estar como estábamos antes de la pandemia, y que no volveremos a salir a la calle sin tomar alguna medida sanitaria, sin embargo, estamos en constante cambio y este es solo uno más de ellos   .

“Nos concierne a todos aportar conciencia sobre nuestros actos y a pesar de que el año 2019 y 2020 supusieron una crisis para todas las personas, de todas las circunstancias podemos sacar algo bueno y es en estos momentos en los que se ha visto la solidaridad hacia aquellos que fueron afectados. Hemos podido observar cómo los avances tecnológicos que se han desarrollado han podido permitir que una pandemia que en otro momento resultaría muy complicado de manejar, en la época actual solo implicó de dos años para encontrar una vacuna. No dudo que en un futuro la enfermedad de COVID-19 puede pasar a una enfermedad con una rápida solución como lo fue la gripe o la rabia en su debido momento”, concluyó. 

Lili Wences