Es un gusto para mí anunciar el inicio de la sección Historias de Éxito #MujeresFacMed en la Gaceta Facultad de Medicina, donde se publicarán las vivencias, experiencias, retos, propuestas, emociones, ideas, logros, anhelos, objetivos y metas de mujeres estudiantes de Medicina en pregrado y médicas residentes que se encuentran en las sedes ubicadas en la República Mexicana.

El propósito es que estas historias abonen a la conciencia social, sean un espacio de difusión de los avances que estas mujeres han tenido en la Medicina, una carrera que todavía hace unos años era predominantemente de hombres, y en la que hoy en día las mujeres representan alrededor del 68 por ciento de la matrícula en el pregrado y el 52.9 por ciento en el posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM.

También, que sus experiencias sean una motivación e inspiración para otras mujeres, que sus esfuerzos y objetivos sean una fuente de ideas y metas para las médicas en formación, para las médicas residentes, para las mujeres que ocupan puestos administrativos y de dirección, para quienes atienden a los pacientes todos los días, para que contribuyan a construir una sociedad más igualitaria y justa que se refleje en una mejor atención de la salud.

Dr. Germán Fajardo Dolci
Director de la Facultad de Medicina de la UNAM

Rosana Daniela Córdova, un ejemplo de perseverancia y logros

Mi nombre es Rosana Daniela Córdova Serrano, concluí la especialidad de Hematología de la Facultad de Medicina de la UNAM en el Instituto Nacional de Cancerología el pasado 28 de febrero. Nací y crecí en Cuenca Ecuador, la carrera de Medicina y la especialidad de Medicina Interna las realicé en mi país. Desde pequeña supe que quería estudiar esta carrera debido a que mi tío es cardiólogo y siempre tuve afinidad por las materias relacionadas con el área de la salud, como Biología y Química. También me encanta pintar, cuando pinto me olvido de que existo y me ayuda a relajarme.

Trabajé unos meses como médica internista y docente, sin embargo, me apasiona la Hematología y por eso decidí estudiarla. La Medicina es una de las profesiones más hermosas y humanas que podemos ver, también es muy exigente, por eso la constancia es muy importante. A las personas que planean ingresar a la carrera les diría que si esta es realmente su pasión, lo hagan, no se van a arrepentir y que elijan lo que verdaderamente les guste, más allá del interés económico.

El nivel de exigencia de la especialidad fue alto, pero mi esfuerzo se tradujo en varios logros académicos; tuve la oportunidad de publicar un caso clínico sobre un paciente con linfoma de la zona marginal, en la Revista de Hematología, editada por la Agrupación Mexicana para el Estudio de la Hematología. También he realizado investigación sobre linfomas y leucemia linfoblástica, lo que me llevó a participar como ponente en el Congreso Anual de la Sociedad de Hematología de Houston, Texas.

Otro de mis logros ha sido publicar en la revista Leukemia & Lymphoma el artículo Central Nervous System (CNS) Involvement Has an Adverse Impact on Survival in Newly Diagnosed Adult Acute Lymphoblastic Leukemia (ALL) Assessed by Flow Cytometry. Gracias a este artículo me graduaré como especialista en Hematología.

Puedo decir que mi formación como médica ha sido satisfactoria, me apasiona la Hematología y lo que hago; creo que lo más importante para alguien es que le apasione lo que hace, porque de esa manera nunca trabajará, atender pacientes e ir al hospital lo veo como un servicio apasionante, más que como una obligación. Me gusta el trato con los pacientes, no podría estar en un área de la Medicina en la que no haya contacto directo con ellos. Me encanta leer, estudiar las enfermedades, ver la morfología de las células y tener un microscopio al lado. En un futuro me gustaría hacer una alta especialidad en linfomas, trabajar y realizar investigación.

Recuerdo que cuando estaba en el segundo año de la especialidad nos vimos obligados a modificar todo nuestro estilo de vida dentro del hospital debido a la pandemia, tuve que afrontar el miedo de no saber qué iba a pasar, pues me encontraba lejos de mis familiares y me preocupaba pensar que algo pudiera pasarles durante mi ausencia. Creo que nunca debemos rendirnos y perseguir nuestros sueños hasta lograrlos.

Finalmente, considero que es importante estudiar para poder diagnosticar a los pacientes y aceptar que no siempre sabremos todo, porque si no lo aceptamos dejaremos de aprender y cada día tenemos la oportunidad de conocer algo nuevo.