#TalentoFacMed

Mayra Amaro Flores canta desde los cuatro años de edad. Para el día de cantos especiales a Dios, ella escogía una canción que practicaba durante la semana y que interpretaba el domingo con más músicos frente a la audiencia en la iglesia. Esta fue la manera en que la estudiante de la Licenciatura de Médico Cirujano de segundo año se acercó a esta práctica artística que hasta la fecha la acompaña.

En la secundaria, ingresó al coro y participaba en concursos de su escuela y en otras también. En la preparatoria obtuvo el segundo lugar al formar un dueto con una compañera de clase.

Para la estudiante de Medicina cantar es una manera de reconocerse, de conectar con lo que uno siente y expresarlo para experimentar catarsis. “A veces tengo un mal día y pienso: ‘¿qué puedo hacer para sentirme mejor?’. Pienso en cantar y cuando canto no es que todos mis problemas se resuelvan, pero al menos tengo un respiro que me da mucha paz; además, puedo deshacerme de todas esas malas energías y emociones”, comentó.

A Mayra también le gusta escribir sus emociones y pensamientos en un diario, pues es un ejercicio de liberación que le ayuda a encontrar la calma. Recientemente, comenzó a tocar la guitarra y combina la expresión de palabras sobre el papel con las notas musicales del instrumento para crear sus propias canciones.

Por otro lado, el órgano que más le interesa a Mayra es el corazón: su funcionamiento a través de impulsos eléctricos, su incesante latido, su fisiología y, por supuesto, su componente emocional. Es como si este órgano fuera el punto de encuentro entre la pasión en el estudio y su pasión artística.

Asimismo, consideró que las actividades recreativas y físicas son de suma importancia para la salud mental. Le gusta tomar optativas distintas como una de teatro que actualmente cursa, y realizar actividad física como parte del equipo de animadoras de la Facultad.

Finalmente, recomendó a sus compañeros que cuando se sientan mal, “busquen algo que los ponga feliz, y luego vuelvan al estudio. No dejen de lado lo que los inspira y busquen el balance entre las diferentes actividades de la vida”.

Diego C. Alverdi