La película estadounidense Turning Red o simplemente Red en su traducción al español, aborda la pubertad de una manera metafórica con una visión cómica. Es la primera película de Disney Pixar animada en su totalidad por un equipo de mujeres, con la dirección de Domee Shi.

La cinta se ubica en el año 2002 en Toronto, Canadá; sigue la historia de Mei Lee, una niña canadiense con ascendencia china de 13 años; Ming, su madre, que es sobreprotectora y autoritaria, nunca se separa de ella, aun así Mei logra desarrollar gustos particulares y tener amistades entrañables. Una noche, la protagonista se convierte en un panda rojo gigante, que resulta ser un don ancestral transmitido de generación en generación entre las mujeres de su familia.

Turning Red fue la película a discutir en el Cinedebate de abril, organizado por el Programa de Estudios de Género en Salud (PEGeS) de la Facultad de Medicina de la UNAM, que tuvo lugar vía Zoom. En esta ocasión, la actividad fue presentada por la médica pasante de Servicio Social Margarita Quetzalli Santos Alcocer, docente de la asignatura optativa “Perspectiva de Género en la Educación Médica”.

Este filme fue seleccionado para conmemorar el mes de la niña y el niño, y se analizaron momentos específicos seleccionados previamente por la ponente; la participación fue tanta por parte de los más de 60 asistentes que no se pudieron transmitir todas las escenas durante las tres horas que duró el evento.

Las reflexiones del debate giraron en torno a las relaciones familiares y amistosas que se generan y cambian a lo largo de la película, siendo a primera vista que la familia de Mei vive bajo un sistema matriarcal por el fuerte carácter de la mamá y la sumisión que parece mostrar el papá, pero la doctora Luz María Moreno Tetlacuilo, Coordinadora del PEGeS, aseguró que “dicho matriarcado no existe, no hay razones para creer que el patriarcado y las mujeres de fuerte carácter tienen relación, creo más bien que el papá sabe delegar actividades que no son para él”.

La MPSS Quetzalli Santos también reflexionó: “la mamá no tiene un manual sobre cómo ser madre, sólo hace lo que mejor ve para su hija, cuidarla y amarla es lo único que hace”.

También se invitó a reflexionar sobre las infancias y adolescencias que en su desarrollo encuentran su personalidad, y a veces esa búsqueda parece incontrolable por su propia naturaleza, es justo en el momento en que los humanos descubren el mundo.

Mei es una niña que rompió los prejuicios generacionales de su familia, lejos de ser rebelde sólo siguió sus deseos individuales, dejando de lado las expectativas que otros colocaron sobre ella.

“Hay que tratar de extrapolar lo que vimos en la película y pensar ¿qué es lo que se nos ha impuesto a nosotres y qué debemos cambiar?, aquí quisiera retomar una frase de Elena Hierro: ‘Ser para mí misma y no ser para los otros’”, concluyó la MPSS Santos Alcocer.

Luz Aguirre