“El haber estudiado en la UNAM y hecho toda mi formación en esta casa de estudios me permitió crecer en múltiples aspectos. Ustedes están ingresando a una Universidad plural, diversa en disciplinas, intereses, aspectos ideológicos, sociales y culturales, lo cual es una riqueza que deben aprovechar”, expresó la doctora Rocío Jáuregui Renaud, Investigadora Titular C del Instituto de Física de la UNAM, durante la conferencia magistral que dictó como parte de la bienvenida a estudiantes de las licenciaturas en Ciencia de la Nutrición Humana y de Médico Cirujano en la 7ª Feria del Libro de Ciencias de la Salud 2022.

“Yo estudié Física del siglo XX, pero la UNAM me proporcionó bases sólidas para no temer adentrarme a temas emergentes, es decir, la formación en la Universidad llega a ser tan completa que los estudiantes pueden abordar y cultivar áreas que sus maestros no les enseñaron, simplemente porque no existían en el momento en que fueron sus profesores”, mencionó la doctora Jáuregui Renaud al recordar su época de estudiante en la que inició con el estudio de Física Atómica, lo cual ocurrió en un momento histórico oportuno a nivel global porque “entonces  muchos experimentos eran considerados como poco factibles y aún imposibles, pero gracias al avance tecnológico de fines del siglo XX e inicios del XXI, estos experimentos se volvieron si no cotidianos, sí accesibles. Un ejemplo que me parece es impresionante corresponde a aislar átomos individualmente no sólo para estudiarlos, sino para utilizarlos con fines tecnológicos específicos”.

Asimismo, señaló que su trayectoria académica fue posible porque realmente le gustaba lo que estudiaba y sentía satisfacción al pensar que podría contribuir, aunque fuese con un granito de arena, al avance del conocimiento, siendo la vocación un punto clave, pues “la mayoría de los que estamos aquí es porque disfrutamos hacer algo, nos motiva alcanzar un sueño y creemos que podemos hacerlo con base en el estudio, el trabajo y la reflexión. Nos motiva aportar a la ciencia, formar recursos humanos en la frontera del conocimiento y establecer las bases para que México participe en los avances tecnológicos que impactarán en múltiples áreas, incluida la Medicina. Esta última tiene un dominio multidisciplinario, complejo e integral; emplea además tecnologías e instrumentos propuestos, ideados y fabricados por profesionales de otras disciplinas, como la Física”.

“También quiero resaltar que uno de los aspectos más sobresalientes de nuestra Universidad es la diversidad: se ofrecen muchas opciones formativas. En espacios como la Ciudad Universitaria se conjuga la presencia de expertos en arte, historia, abogacía, ingeniería, salud, entre muchas otras disciplinas; hay investigadores y profesores con amplia experiencia y sólida preparación. Nuestra Universidad ofrece un ambiente óptimo para el trabajo multidisciplinario necesario para innovar”, indicó la también integrante de la Junta de Gobierno de la UNAM.

Por otro lado, consideró que, para entender la igualdad, “lo primero que hay que reconocer es que la diversidad conlleva gran riqueza. Todos los integrantes de la comunidad universitaria podemos ejercer la igualdad sustantiva: dar oportunidad a que cada quien dentro de su diversidad pueda formarse y crecer. Debemos ser personas que apliquemos criterios de igualdad cotidianamente, personas que no imponen, sino que escuchan y responden permitiendo el desarrollo propio y de las personas en su entorno.”

Así, resaltó la importancia de que el esquema de la UNAM sea privilegiado: “Están ingresando al lugar ideal para tratar de crecer, las oportunidades las van a tener, el punto es que no sólo aprovechen las opciones educativas en su área de interés primario, sino también en la oferta multicultural, deportiva y de recreación; busquen un equilibrio que les permita esto, estoy segura que con ello la etapa que inician en la Facultad de Medicina no sólo será satisfactoria, sino plena”, concluyó.

Karen Hernández