El Programa de Alta Exigencia Académica (PAEA) de la Facultad de Medicina de la UNAM celebró de manera virtual su 4º Congreso de Investigación de Alumnos PAEA, en donde 68 estudiantes de tercero, cuarto y quinto año de la Licenciatura de Médico Cirujano presentaron 42 trabajos de investigación.

“Los trabajos que van a presentar son extraordinarios, me parece que es muy importante ver el nivel en el cual se están desarrollando tanto en investigación clínica como epidemiológica o básica; están en los mejores laboratorios de hospitales de tercer nivel, de alta especialidad, de institutos nacionales de nuestro país y, por supuesto, de la Facultad de Medicina, así que para nosotros es un orgullo saber que están haciendo un trabajo tan interesante y que se están formando en el ámbito de la investigación. Deseo que continúen con este impulso, no me queda más que agradecerles desde las ciencias básicas por poner en alto el nombre de la Facultad y de México”, destacó la doctora María Guadalupe Sánchez Bringas, Coordinadora de Ciencias Básicas de la Licenciatura de Médico Cirujano, al inaugurar el Congreso.

Por su parte, la maestra en Ciencias Aurora Farfán Márquez, responsable del PAEA, explicó la dinámica del evento, donde el programa se dividió en salas conforme a la categoría de los carteles: la sala 1 abordó casos clínicos, moderada por la doctora Norma Lucila Ramírez López; de igual manera, la sala 2 de casos clínicos fue moderada por la doctora María Zuñiga Sánchez y el doctor Antonio Soto Paulino; la sala 3 de casos básicos, a cargo de la doctora Lorena Valencia Caballero; y la sala 4 de sociomédicas, con la doctora María Guadalupe Ponciano Rodríguez.

La conferencia inaugural estuvo a cargo de la doctora María Guadalupe Ponciano Rodríguez, académica del Departamento de Salud Pública (DSP) de la Facultad, quien habló sobre “La importancia de la investigación científica en Medicina y Ciencias de la Salud”, resaltando que “la investigación científica en los diferentes campos de la ciencia y de la tecnología es un pilar fundamental que contribuye a la calidad de vida y bienestar de las personas; específicamente, la investigación en el área de la Medicina contribuye a la mejora de la salud de la población mundial, por consiguiente, a la calidad y esperanza de vida de los individuos; no sólo ayuda a la prevención de enfermedades, también permite brindar una atención médica integral de calidad, así como el desarrollo de programas para la prevención, diagnóstico y tratamiento de los diferentes padecimientos con los que nos estamos enfrentando hoy en día”.

Asimismo, expresó que la investigación formativa surge como una manera de mejorar los procesos académicos, alineando docencia e investigación, para fomentar la adquisición de competencias investigativas, la generación de una cultura de investigación y el aprendizaje significativo, por lo que programas como PAEA son muy benéficos, ya que entre los estudiantes de Medicina la investigación científica está cobrando cada día mayor importancia como instrumento de formación de profesionales médicos de alto nivel.

Por esta razón, la doctora Ponciano Rodríguez incitó a los presentes a seguir desarrollándose en la investigación y divulgar los resultados especialmente en publicaciones indexadas, porque eso influye posteriormente en la contratación docente, la promoción laboral, el salario, el reconocimiento académico y la reputación científica, así que “hacer investigación puede contribuir a la competitividad del estudiante para ingresar a residencias o puestos de trabajo, en muchos casos puede ser hasta el punto diferencial para lograr la aceptación en un posgrado”.

Así, la académica puntualizó que la investigación es un proceso fundamental en el aprendizaje de las ciencias biomédicas y debe iniciarse en el pregrado; por tanto, se debe tener un cambio de enfoque y proporcionar a los estudiantes de Medicina las herramientas educativas necesarias para que desde muy temprano se inicien en proyectos de investigación.

Durante la actividad cada alumno contó con 15 minutos para presentar sus proyectos de investigación sobre temas como: epidermodisplasia verruciforme; índice neutrófilo en pacientes con enfermedades graves y obesidad severa; insuficiencia venosa crónica; protocolo de recuperación rápida posterior a nefrectomía del donador; papel de la melatonina en lesiones en el miocardio; virus del papiloma humano; VIH; enfermedades de transmisión sexual; 

COVID-19; disincronía mecánica ventricular; diabetes; tamizaje electrocardiográfico; síndrome de Marfan; enfermedades cardiovasculares; toxoplasmosis ocular; viruela símica; cirrosis hepática; medicina alternativa; genética; menopausia; Mycobacterium tuberculosis; cáncer de ovario; sistema nervioso; receptores de estrógeno; leishmaniasis cutánea; toma de huellas digitales; y adicciones.

En cada una de las salas se realizó una evaluación entre pares, donde los estudiantes votaron y calificaron el trabajo de sus compañeros, resultando como ganadores: “Índice neutrófilo/linfocito como marcador pronóstico en pacientes con enfermedad de Graves”, de Itzel Shareny Espinosa Ojeda y Luis Ángel López Cruz; “Asociación de grasa visceral, esteatosis hepática no alcohólica y niveles séricos de adiponectina en pacientes con DM2 de un tercer nivel de atención”, de Eduardo Salif Luna Ávila y Sofía Santillán Herrera; “Expresión de los receptores esteroides sexuales en células del ovario de la mujer menopáusica”, de Marco Antonio Valencia Melo, Bárbara Morales Patchen y Evelyn Mitzy Flores Salas; y “VIH en usuarios de drogas inyectables”, de Edna Itzel Velázquez Retana, Mariana Lizeth Zamora Acosta y Lizbeth Scarlett González Solano.

Asimismo, se realizó una rifa de libros electrónicos a través de una ruleta giratoria, y los ganadores fueron: Karen Jimena Guerrero González, Juan Pablo Flores Ortega, Pedro Manuel Juárez Villa, Andrea Huicochea Maldonado, Romina Ramos Frías, Fernando Joaquín Acuña Anaya, Rosa Daniela Sandoval Medina y Ana Cristina Colorado Gruintal.

En la clausura, la maestra Aurora Farfán Márquez agradeció la participación de los estudiantes y sus tutores, e indicó que el 25 por ciento de los trabajos fueron de investigaciones básicas; el 45 por ciento fue de las áreas clínicas, lo cual es muy bueno y alentador porque significa que han hecho un gran trabajo en las sedes clínicas; por otra parte, el área sociomédica incrementó su participación a 30 por ciento de los trabajos, lo cual consideró positivo porque implica que están incursionando en ese ámbito del conocimiento, por lo que “fue un evento grandioso y enriquecedor dentro de su formación académica”.

Karen Hernández